El precio del dólar estadounidense en Argentina alcanzó un nuevo récord este lunes, a pesar de las medidas implementadas por el Gobierno de Javier Milei para intentar controlar las presiones cambiarias en un contexto de creciente incertidumbre económica y política. La divisa norteamericana experimentó un incremento de 25 pesos en su cotización para la venta al público en el Banco Nación, cerrando en un valor máximo de 1.385 pesos argentinos por unidad. Este aumento representa un incremento acumulado del 33,5% desde el 14 de abril, cuando Argentina alcanzó un acuerdo significativo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que permitió al país flexibilizar las restricciones al acceso de divisas y establecer un nuevo esquema cambiario.
El aumento del precio del dólar se debe a diversos factores que han incrementado la demanda de divisas. Entre estos factores se encuentran las dudas de los inversores sobre la política monetaria y cambiaria del Gobierno de Milei, la capacidad del Tesoro para refinanciar los elevados vencimientos de deuda y la desaceleración de la actividad económica. Además, la demanda de dólares para cobertura ha crecido a medida que se acercan las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, programadas para el próximo domingo, así como los comicios legislativos nacionales, que se llevarán a cabo el 26 de octubre. Este último evento electoral representa un desafío significativo para el Gobierno, ya que el electorado expresará su nivel de apoyo a las políticas de Milei y determinará el futuro del oficialismo en el Parlamento, donde actualmente ocupa una posición minoritaria.
Las tensiones cambiarias han ido en aumento desde julio, cuando el Gobierno decidió desactivar las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI), que eran utilizadas por el Banco Central para absorber la liquidez de pesos argentinos entre las entidades bancarias y evitar presiones sobre el tipo de cambio. Tras esta decisión, el Tesoro intentó absorber la liquidez de pesos mediante la colocación de otros instrumentos de deuda entre los bancos, aunque con éxito limitado y con tasas de interés cada vez más elevadas. Para complementar estas operaciones, el Banco Central también intervino en el mercado de contratos de futuros de dólar y aumentó los encajes bancarios, que son el porcentaje de depósitos que las entidades financieras deben mantener sin destinar a otras operaciones. Sin embargo, las presiones cambiarias continúan activas.
El exministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, ha señalado que el “empeoramiento de los últimos meses no puede atribuirse solamente” al “riesgo político” ni a las acciones de la oposición en el Congreso, sino también a “imprevisiones e improvisaciones del equipo económico” de Milei. Cavallo afirmó que “el problema fundamental es que no está definido cuál es el sistema monetario, financiero y cambiario del país” en una publicación en su sitio web personal.
En los días recientes, consultores privados y analistas de mercado han expresado dudas sobre la viabilidad del esquema de intervención cambiaria entre bandas, que fue implementado en abril, tras las elecciones de octubre. Además de observar la evolución del precio del dólar, los inversores están atentos a las próximas licitaciones de deuda del Tesoro en el mercado local, que tienen como objetivo renovar vencimientos de títulos y absorber liquidez monetaria. Según la consultora LCG, en septiembre el Tesoro enfrentará vencimientos por 25,4 billones de pesos (equivalentes a 18.340 millones de dólares), de los cuales aproximadamente 17 billones de pesos (alrededor de 12.275 millones de dólares, en su mayoría en manos de organismos públicos) intentará refinanciar en la licitación programada para el día 10.
Para lograr esta refinanciación, el Tesoro podría verse obligado a convalidar tasas de interés más altas, que superan considerablemente la inflación prevista, lo que podría tener un impacto negativo en la actividad económica. Si no logra un nivel adecuado de refinanciación de los elevados vencimientos, la presión sobre el Tesoro aumentará, dado que, según estimaciones de consultores privados, solo dispone de 12 billones de pesos depositados en el Banco Central para hacer frente a los vencimientos.


