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Estudio revela preocupante escasez de buprenorfina en farmacias de EE. UU. y su impacto en comunidades vulnerables

La escasez de tratamientos antiopioides en farmacias de EE. UU. persiste.
La escasez de tratamientos antiopioides en farmacias de EE. UU. persiste.

MIÉRCOLES, 3 de septiembre 2025 (HealthDay News) — Un estudio reciente ha revelado que uno de los medicamentos más eficaces para el tratamiento de la adicción a los opioides, la buprenorfina, sigue siendo difícil de encontrar en las farmacias de los Estados Unidos. Según el informe publicado en la edición de la revista Health Affairs, solo el 39% de los minoristas ofrecían este medicamento en 2023, lo que representa un aumento respecto al 33% en 2017. Además, los investigadores señalaron que los vecindarios de comunidades minoritarias tienen aún menos probabilidades de contar con este tratamiento disponible.

A pesar de los esfuerzos realizados para aumentar el acceso a la buprenorfina, la disponibilidad sigue siendo un problema significativo. La investigadora principal, Dima Mazen Qato, de la Facultad de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas de la Universidad del Sur de California (USC), comentó en un comunicado de prensa: “Relajar las reglas de prescripción fue un paso importante para hacer que este tratamiento crítico sea accesible, pero demasiados pacientes carecen de una farmacia cercana que lo venda”. La buprenorfina actúa uniéndose a los receptores en el cerebro, lo que ayuda a reducir los antojos y los síntomas de abstinencia. Sin embargo, debido a que es un opioide, se clasifica como una droga controlada de lista III.

Los investigadores se centraron en facilitar la prescripción de buprenorfina, incluida la eliminación en 2023 de la necesidad de que los médicos recibieran capacitación especializada y registro antes de poder emitir recetas. Para evaluar si estos cambios han tenido un impacto, se analizaron las reclamaciones registradas entre 2017 y 2023, utilizando una base de datos que cubre el 93% de los Estados Unidos. Los resultados mostraron que, aunque la disponibilidad general de buprenorfina ha aumentado en la mayoría de los estados, ha disminuido significativamente en cinco estados: Florida, Ohio, Tennessee, Virginia y Washington, así como en Washington, D.C..

El estudio también reveló disparidades raciales en la disponibilidad de buprenorfina. En particular, solo el 18% de las farmacias en áreas de población negra y el 17% en áreas de población latina ofrecían el medicamento, en comparación con el 46% en áreas de población blanca. En estados como California, Illinois y Pensilvania, la disponibilidad en comunidades minoritarias era cuatro veces menor que en las comunidades blancas. Además, los condados rurales, que enfrentan altas tasas de muertes por sobredosis de opioides, también mostraron una baja disponibilidad de este tratamiento.

El estudio indica que, a pesar de que el 73% de los proveedores están muy afectados por la crisis de opioides, el 25% de ellos carecen de un suministro completo de buprenorfina. Esto sugiere que las regulaciones destinadas a prevenir el abuso podrían estar desalentando inadvertidamente la disponibilidad de este medicamento. Cuando la demanda aumenta, algunos proveedores pueden retrasar o pausar los envíos para evitar el escrutinio de la Agencia de Control de Drogas (DEA). Asimismo, las preocupaciones sobre posibles acciones de la DEA llevan a algunas farmacias a negarse a dispensar el medicamento por completo, mientras que otras temen entrar en conflicto con las leyes farmacéuticas federales y estatales, así como con los programas de monitoreo de recetas restrictivos.

Dima Mazen Qato enfatizó que “los legisladores estatales deben reducir las barreras que dificultan el almacenamiento de buprenorfina, especialmente en comunidades vulnerables”. Además, los gobiernos locales deberían considerar exigir políticas similares a las que se requieren para el fármaco naloxona, que se utiliza para revertir sobredosis. “Si no introducen políticas que aumenten la equidad localmente, es probable que empeoren las disparidades raciales y étnicas existentes en la recuperación del trastorno por uso de opioides”, señaló Jenny Guadamuz, profesora asistente de Salud Pública en la Universidad de California-Berkeley.

Más información sobre este tema está disponible a través de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias.

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