Israel liberó el lunes a casi dos mil prisioneros palestinos como parte de un acuerdo de intercambio de rehenes con Hamás. Sin embargo, uno de los nombres más destacados que no aparece en la lista de liberados es el de Marwan Barghouti, quien, según el Gobierno israelí, no será parte de ningún canje futuro.
De acuerdo con la información proporcionada por EFE, un total de 1.968 prisioneros palestinos fueron liberados, siendo la mayoría de ellos miembros de la organización político-militar Fatah. De estos, 1.718 habían sido detenidos en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023.
El caso de Barghouti es particularmente significativo. Este político de 66 años es visto con gran admiración y respeto por diversas facciones palestinas, lo que hace que su liberación no sea del interés de Hamás. Barghouti es considerado un posible sucesor de Mahmud Abbas al frente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Fue arrestado en 2002 durante la segunda Intifada en Ramala, tras ser acusado de estar involucrado en un ataque que resultó en la muerte de cinco personas.
En 2004, Barghouti fue juzgado y condenado a cinco cadenas perpetuas más 40 años adicionales por intento de asesinato y por su participación en una organización terrorista. A lo largo de su juicio, Barghouti mantuvo que el proceso era ilegal y se negó a defenderse de los cargos en su contra.
Desde joven, Barghouti se unió a Fatah a los 15 años y llegó a ser un líder político del movimiento, que es un componente clave de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), fundada en 1958 por Yasser Arafat. Según reportes de medios internacionales como Corriere della Sera, su carisma ha generado preocupación en el pasado para Abbas, quien prefirió mantenerlo encarcelado cuando el entonces primer ministro israelí Ehud Olmert ofreció liberarlo.
Olmert y los jefes de los servicios secretos israelíes creían que Barghouti, como el prisionero palestino más famoso, podría ser un líder capaz de unir a las facciones palestinas y contrarrestar a Hamás. Esta situación es favorable para el actual primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, quien sigue una estrategia de debilitamiento de la Autoridad Palestina.
A pesar de su notoriedad, Barghouti no ha sido liberado y su situación parece complicada. Él y otros once líderes de Fatah continúan en prisión. El gobierno israelí decidió excluirlos de la lista de liberación a petición de Hamás, reemplazándolos con prisioneros de la organización islámica. Aunque la mayoría de los liberados pertenecen a Fatah, Hamás ha logrado mantener en prisión a sus oponentes más duros.
Simon Engelkes, director de la oficina de Ramallah de la Fundación Konrad Adenauer, comentó el año pasado que Barghouti es visto como el político palestino más popular y un líder que podría superar la división interna entre los palestinos.
La pregunta sobre por qué Israel no libera a Barghouti se debe, en primer lugar, a que lo considera un líder terrorista, responsable de ataques graves contra civiles y militares. Sin embargo, expertos consultados por Associated Press sugieren que hay una segunda razón: Barghouti es un defensor de una solución de dos estados, lo que podría convertirlo en una figura unificadora para los palestinos, algo que no sería bien visto por Israel.
Algunos palestinos lo consideran su propio Nelson Mandela. Las autoridades israelíes temen que, tras su liberación, se repita lo que ocurrió con el exlíder de Hamás Yahya Sinwar, quien fue liberado en un intercambio en 2011 y luego se convirtió en uno de los principales responsables de los ataques del 7 de octubre de 2023 en Israel, lo que provocó una fuerte respuesta militar de Netanyahu en Gaza.
A pesar de su largo encarcelamiento, Barghouti sigue siendo una figura unificadora para los palestinos. En 2021, intentó registrar su propia lista para las elecciones parlamentarias, que fueron canceladas. También lideró una huelga de hambre de más de 1.500 prisioneros durante 40 días para exigir mejores condiciones en el sistema penitenciario israelí.
Mouin Rabbani, investigador de la organización Democracy for the Arab World Now, afirmó que Barghouti es visto como un líder nacional creíble, capaz de liderar a los palestinos de una manera en la que Abbas ha fallado. Rabbani también indicó que Israel está “ansioso por evitar” que esto ocurra. La política israelí ha buscado, durante años, mantener divididos a los palestinos y debilitar la administración de Abbas.
En agosto pasado, Barghouti fue visitado en prisión por el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, quien se burló de él, un acto que fue calificado como inaceptable por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.


