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El dengue no da tregua: CABA compra 60 mil vacunas y habilita turnos desde septiembre

El gobierno de CABA adquiere 60 mil vacunas contra el dengue: detalles de turnos y beneficiarios.
El gobierno de CABA adquiere 60 mil vacunas contra el dengue: detalles de turnos y beneficiarios.

Argentina enfrenta el peor brote de dengue en su historia. Con más de 764,000 casos, se implementan campañas de vacunación y prevención para mitigar su impacto.

Argentina ha enfrentado en el año 2024 el brote de dengue más grave registrado hasta la fecha. A pesar de que los casos comenzaron a disminuir a partir de abril, se continuaron reportando diagnósticos incluso durante los meses más fríos del año. El dengue es una enfermedad viral que se transmite principalmente a través de la picadura del mosquito Aedes aegypti, un insecto caracterizado por sus patas rayadas en negro y blanco. Según el último Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, entre las semanas 1 y 34 de 2024 se notificaron un total de 764.901 casos en todo el país, de los cuales 56.435 correspondieron a la Ciudad de Buenos Aires.

En respuesta a esta situación, las autoridades del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA) anunciaron la compra de 60.000 vacunas y la implementación de una serie de medidas que conforman una campaña integral de prevención. Estas acciones tienen como objetivo mitigar el impacto que podría tener la próxima temporada estival, cuando la actividad del mosquito tiende a incrementarse. Desde el gobierno porteño se comunicó a Infobae que, ante el aumento de la preocupación por no perder la ventana de tiempo adecuada para la vacunación, se decidió realizar esta compra inicial para complementar la estrategia nacional y acelerar así la vacunación de los residentes.

La campaña de vacunación se llevará a cabo siguiendo las recomendaciones de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), que ha definido los lineamientos nacionales de vacunación en coordinación con las provincias. Se ha establecido un enfoque focalizado y segmentado, priorizando las regiones con mayor tránsito y los grupos de edad que más han contraído la enfermedad. A partir del 18 de septiembre, la Ciudad de Buenos Aires habilitará la asignación de turnos a través de su página web. Este plan se implementará de manera progresiva para todas las personas de entre 15 y 39 años, siguiendo distintas etapas que comenzarán con los adolescentes de 19 años, luego continuarán con los de 20 a 29 años y, finalmente, se vacunará a los adultos de 30 años en adelante. Se habilitarán 12 vacunatorios en diversos barrios, que incluirán hospitales, Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) y postas extrahospitalarias.

A nivel nacional, en julio se definió la situación epidemiológica del dengue en zonas endémicas, tal como se había anunciado al inicio del brote. Según informó el secretario de Calidad de la Nación, Leonardo Busso, en un encuentro realizado con referentes de las carteras provinciales del Noroeste Argentino (NOA) y del Noreste Argentino (NEA), se delinearon las estrategias de prevención y control que comenzarán a ejecutarse en el marco del Plan de Abordaje Integral del Dengue 2024-2025. Durante esta reunión, se anticipó que el objetivo es iniciar la vacunación en el grupo etario de 3 a 11 años, que incluye a las provincias de Catamarca, Chaco, Corrientes, La Rioja, Misiones, Salta, Santiago del Estero y Tucumán.

La vacuna disponible y autorizada por la ANMAT en 2023 es Qdenga®, del laboratorio Takeda, que en estudios clínicos mostró una reducción del 84% en las hospitalizaciones y una disminución del 61% en los casos sintomáticos tras la aplicación de dos dosis. Recientemente, la provincia adquirió medio millón de dosis de este inoculante. El ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, anunció en una conferencia de prensa encabezada por el gobernador Axel Kicillof que se ha llegado a un acuerdo con el único laboratorio mundial que produce la vacuna aprobada, para obtener 500.000 dosis.

La vacuna es tetravalente y se administra en una dosis de 0,5 ml, debiendo aplicarse en un intervalo de tres meses. Brinda protección contra los cuatro serotipos del virus y está destinada a personas mayores de 4 años, sin límite de edad, que hayan tenido una infección previa. Sin embargo, está contraindicada para embarazadas, mujeres en período de lactancia y pacientes con inmunocompromiso.

En relación a la prevención de nuevos brotes, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, dialogaron sobre las medidas a implementar. Macri destacó que se han comenzado operativos proactivos y que se necesitará un gran esfuerzo, especialmente desde el territorio, manteniendo cercanía con la población. Además, enfatizó la importancia de adoptar prácticas preventivas, como el uso de repelente en el hogar, ya que el mosquito puede estar presente en el interior de las viviendas.

Quirós, por su parte, señaló que se está trabajando anualmente en diferentes dimensiones de la enfermedad. En la actualidad, Argentina cuenta con zonas endémicas en el noreste y noroeste, y se reportan casos epidémicos en la ciudad de Buenos Aires. La estructura de las intervenciones busca detectar y controlar la proliferación del vector, y se convoca a los vecinos a participar activamente en la lucha contra la enfermedad. Las fases de la iniciativa se desarrollan desde julio hasta junio del año siguiente, cada una con objetivos específicos relacionados con el dengue.

La primera etapa, que se extiende hasta septiembre, se centra en la eliminación de criaderos de mosquitos, dirigiéndose a combatir los lugares donde estos depositan sus huevos, que suelen sobrevivir y eclosionar en condiciones de temperatura y humedad adecuadas. Se realizan inspecciones en edificios públicos, hospitales y polideportivos, así como en espacios clave para eliminar posibles focos de reproducción. Además, las comunas implementan 360 intervenciones en barrios, que incluyen recorridas territoriales y relevamientos de sitios críticos, como autos abandonados, obras en construcción, terrenos baldíos, plazas y parques, para asegurar que no queden lugares donde el mosquito pueda reproducirse. También se fomenta la participación ciudadana para denunciar criaderos en espacios públicos y privados.

En los últimos años, Argentina ha enfrentado brotes epidémicos significativos. Durante esos períodos, se han dejado muchos huevos en el agua estancada. En esta fase inicial del plan, que corresponde al invierno, se espera que queden adultos que pueden sobrevivir hasta el próximo verano, cuando el calor y la presencia de agua les permitirán eclosionar. Quirós destacó que un dato importante sobre el brote es que el 1% de los mosquitos son adultos, mientras que el 99% restante son huevos. Por lo tanto, aunque la parte visible del problema puede parecer pequeña, es crucial abordar la situación en este momento vulnerable del ciclo del mosquito.

A medida que se acerquen los primeros calores y lluvias de octubre, se enfatiza la importancia de eliminar los criaderos para reducir significativamente la densidad de mosquitos en el verano. Entre diciembre y enero, cuando comienza a aumentar la temperatura, se reforzarán las tareas de descacharreo, ya que es en este período cuando los mosquitos adultos comienzan a aparecer y el virus aún circula. En respuesta a esta situación, se ampliará la red de sensores de ovipostura, que permite monitorear áreas críticas. Se establecerá una grilla equidistante con 260 puntos de criaderos, donde se realizarán mediciones semanales para identificar la presencia de huevos y adultos.

Para evitar la eclosión de los huevos, se aplicarán larvicidas de manera estratégica y se fortalecerá la atención en las unidades febriles para garantizar una respuesta rápida y eficaz ante la aparición de síntomas. En enero, cuando el virus comience a circular localmente, se concentrarán los esfuerzos en brindar asistencia a quienes presenten síntomas febriles, intensificando al mismo tiempo las actividades de fumigación en los domicilios afectados.

El plan también incluye capacitaciones sobre cómo prevenir la acumulación de agua en los hogares y otras medidas preventivas. Este esfuerzo se dirige a preparar a la población para la llegada de la temporada de virus, y se sumarán recursos para atender a los febriles existentes. Las autoridades han resaltado que no hay posibilidad de anticipar con precisión la frecuencia de los brotes, pero que una buena cooperación entre la sociedad y el Estado puede llevar a mejores resultados en la lucha contra el dengue.

El operativo para conocer cuántos porteños se contagiaron hasta agosto incluye la visita de equipos de enfermeros y encuestadores a viviendas seleccionadas al azar para realizar pruebas rápidas a los residentes, con el fin de estudiar la presencia de anticuerpos IgG, que indican exposición previa al virus. Resultados anteriores han mostrado que la población tiene niveles serológicos bajos en comparación con el resto del país. Este estudio, diseñado en colaboración con el Instituto de Estadística y Censos de Buenos Aires (IDECBA), busca ofrecer una visión detallada de la propagación del dengue en Argentina.

Las visitas se realizarán en 6.000 hogares seleccionados aleatoriamente, donde los profesionales llevarán a cabo pruebas de proteína NS1 mediante una metodología aplicada en las visitas domiciliarias. En cada hogar seleccionado, se realizará la prueba a un integrante de la familia, quien deberá firmar un consentimiento informado. Este procedimiento permitirá identificar no solo a quienes presentan síntomas evidentes, sino también a aquellos que podrían haber estado expuestos sin manifestar síntomas.

El apartado denominado “Vigilancia de enfermedades transmitidas por Aedes aegypti” se encuentra en un “Escenario 0”, donde se observa la presencia larvaria. Se concluyó que, al finalizar 2023 y comenzar 2024, se registra transmisión local y antecedentes de viajes.

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