
La reforma previsional en Chile se encuentra en un momento crucial, con la necesidad de abordar varios temas pendientes, incluyendo la distribución del 6% adicional que corresponde al empleador y la reorganización de la industria, que incluye la controvertida licitación del stock de afiliados. Los empresarios han señalado que este es un avance urgente, incluso en reuniones con el Presidente Boric, quien ha destacado este asunto como la prioridad número uno de su agenda.
El Presidente Boric expresó: “Espero que podamos llegar a puerto durante enero, depende de la voluntad de las dos partes, en este caso de la oposición”. En este contexto, se han dado pasos significativos, ya que la Comisión de Trabajo ha aprobado cambios al sistema de multifondos, que ahora se transformará en fondos generacionales, así como la limitación de las comisiones de intermediación, la creación de un Comité Técnico de Inversiones, un sistema de cobranza centralizado y modificaciones al seguro de lagunas previsionales. Un protocolo firmado en agosto estableció los plazos que ahora se están cumpliendo.
Sin embargo, la existencia de acuerdos en etapas previas no garantiza que la aprobación en los plenos sea rápida. Según Mario Herrera, analista político y académico de la Universidad de Talca, “El Senado suele respetar los acuerdos, pero la Cámara, por su alto nivel de polarización y fragmentación, tiene casos en que los acuerdos no llegan a fin”. Además, Herrera duda que el plazo de enero sea factible, afirmando: “No va a ser aprobado completo en enero, porque necesariamente tiene que ir a tercer trámite constitucional. Estuvo prácticamente un año en la Cámara y un año en el Senado, muy probablemente no alcance a ver la luz durante el Gobierno del Presidente Boric”.
A pesar de esto, algunos senadores muestran optimismo. Gastón Saavedra (PS), miembro de la Comisión de Trabajo, ha manifestado su confianza, aunque ha recordado que el oficialismo no tiene mayoría en el Senado.
Mauricio Rojas Casimiro, doctor en Políticas y Sociología y académico de la Universidad de Playa Ancha, subraya que “Negociar es la clave” y que el oficialismo debe reconocer que tendrá que ceder en ciertas áreas debido a su falta de mayoría. “Esta es una ocasión propicia, por los comentarios de algunos políticos. En Chile está la teoría de que las elites están más polarizadas que la sociedad y lo que importaría es que a la hora de la votación se pusieran de acuerdo y privilegiaran, por sobre la política, aspectos más bien técnicos”, añadió.
La senadora Ximena Rincón (Demócratas) también ha comentado sobre las dificultades en la tramitación de la reforma, señalando que “la mayor dificultad” ha sido “la defensa de la ideología”. Rojas Casimiro enfatiza que el Gobierno debe comprender que el 6% no se destinará a un fondo común al estilo de los Estados de Bienestar de las socialdemocracias, aunque reconoce que lo técnico y lo ideológico están interrelacionados.
Mario Herrera también ha indicado que el Gobierno tiene mucho en juego en esta discusión, ya que “Es importante para el Presidente mostrar ciertos resultados y uno clave para poder potenciar alguna candidatura presidencial de su sector sería tener una reforma de pensiones aprobada”.
Uno de los puntos más críticos en las negociaciones es la definición del destino del 6% adicional. Óscar Guevara, director de Investigación de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Finis Terrae, ha señalado que es necesario considerar varios factores para evitar distorsiones en el sistema. Según Guevara, “la evidencia científica muestra que la tasa de reemplazo aumenta en la medida que una mayor parte de este 6% va a la cuenta individual, pero también hay que considerar el atributo de solidaridad”.
Mario Herrera ha observado que existe una percepción de que el Estado debe reducir su tamaño y que el 6% se destinaría más a financiar la actividad estatal que a contribuir al fondo de pensiones, lo que podría ser visto como un impuesto. Además, ha mencionado que cuando se pregunta a la opinión pública si están de acuerdo en que ese dinero vaya a las cuentas individuales, la mayoría responde afirmativamente, pero la percepción cambia cuando se menciona a las AFP, que son vistas negativamente.
La senadora Alejandra Sepúlveda (Ind.) ha destacado que el 6% no es el único tema en discusión, ya que también se están tratando otros aspectos como el aumento de la PGU, su cobertura y monto, la licitación de stock, el sistema de postulación de Rentas Vitalicias, el cambio de comisiones por flujo a saldo, la separación de la industria, el rol del sector público en la inversión, el seguro de longevidad y el autopréstamo.
Óscar Guevara ha enfatizado que hay elementos clave que no deben ser omitidos en esta reforma. “Hay desafíos que enfrentar, como el envejecimiento poblacional; las lagunas y la sostenibilidad financiera a largo plazo. Así, los tres pilares relevantes son aumentar la densidad de cotización, incluyendo el impopular aumento de la edad de jubilación, alza del porcentaje de cotización y fomentar la generación de empleo formal”. También ha mencionado que es crucial determinar quién administrará el sistema, sugiriendo que las AFP han manejado bien la administración y que debe estar en manos de expertos. Por último, ha señalado que es fundamental que haya un componente de equidad y solidaridad en el nuevo sistema.