
María José Hoffmann critica a Antonia Orellana por el despido de Isabel Amor, acusando al Gobierno de decisiones arbitrarias que afectan los derechos laborales de las mujeres.
La secretaria general de la Unión Demócrata Independiente (UDI), María José Hoffmann, realizó fuertes críticas este viernes hacia la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, en el contexto del despido de Isabel Amor como directora del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) en la región de Los Ríos. Durante una entrevista con EmolTV, Hoffmann calificó a Orellana como una “feminista de cartón” y la acusó de adoptar una postura “totalitaria y dictatorial” en su gestión.
Hoffmann no se limitó a criticar a la ministra, sino que también instó al Presidente Gabriel Boric a intervenir en la situación, pidiéndole que “llame al orden” a Orellana para evitar que decisiones como la desvinculación de Amor afecten el derecho de las mujeres a trabajar. La exdiputada expresó: “Es una actitud totalitaria y dictatorial por parte de la ministra de la Mujer, creo que ella es la principal responsable y en esto, espero que el Gobierno y el Presidente Boric la llame al orden, es una vergüenza la actitud que está teniendo. Todo el mundo entiende, de sentido común, que ella (Amor) no es responsable de los actos de su padre”.
Además, Hoffmann manifestó su apoyo a aquellos dentro del Gobierno que han solicitado la reincorporación de Isabel Amor, calificando la decisión de despedirla como una “vergüenza” y “arbitraria”. En sus declaraciones, subrayó: “Espero que el Presidente tenga el coraje, no solo de sacarla, sino que de evitar este tipo de decisiones tan arbitrarias que ponen en riesgo el respeto que tiene que existir al derecho que tiene la mujer a trabajar”.
El despido de Isabel Amor, que se llevó a cabo a principios de esta semana, ha generado una considerable controversia, especialmente tras la circulación de un borrador de entrevista en el que Amor habría minimizado la condena de tres años impuesta a su padre, Manuel Amor, por encubrimiento de torturas durante la dictadura de Augusto Pinochet. En defensa de la decisión, la ministra Orellana publicó una carta en El Mercurio, en la que argumentó que la desvinculación se debió a que Amor había “relativizado la responsabilidad de su padre” en un tema tan sensible como las violaciones de derechos humanos.