
Un hombre de 55 años fue protagonista de un violento incidente en una sucursal de la AFP ProVida en la comuna de Las Condes, Región Metropolitana, el 11 de noviembre de 2024, cuando intentó retirar una cuota mortuoria de $1 millón perteneciente a la cuenta de su esposa fallecida. La situación se tornó crítica cuando la ejecutiva que lo atendió le negó la solicitud, lo que provocó una reacción inesperada y violenta por parte del hombre.
El individuo, identificado como Marco Antonio Solís Castro, extrajo de una bolsa de nylon dos cuchillos de cocina y un cortaplumas, amenazando a la trabajadora. Este acto de violencia llevó a que la mujer fuera retenida durante más de seis horas, lo que generó un amplio operativo policial que culminó a las 19:50 horas, cuando las autoridades lograron liberar a la víctima y detener al agresor.
Posteriormente, Marco Antonio Solís Castro fue condenado a libertad vigilada intensiva. A diez meses de los hechos, el hombre habló por primera vez en los medios de comunicación, participando en el programa Informe Especial. Durante la entrevista, Solís explicó que su estado emocional era crítico en el momento del incidente, afirmando: ‘sin dinero, sin pastillas, sin ver un futuro promisorio y querer alejarme de esta sociedad y del mundo; yo reventé, colapsé, prácticamente ni medité’.
El hombre también reveló que su intención durante la negociación con Carabineros era que lo mataran. En sus palabras, ‘pedía un tiro en la cabeza. Le pedí por favor. Lo pedí a garabatos. Lo pedí llorando. De todas las maneras, se los pedí’. Solís intentó provocar a los negociadores, pidiendo que contaran el dinero que solicitaba frente a él, con la esperanza de que su comportamiento llevara a una respuesta violenta por parte de las autoridades.
Recordó un momento en el que amenazó a un carabinero con el cuchillo, esperando que este reaccionara, pero mencionó que el negociador nunca se acercó a su arma. En la entrevista, Solís expresó su desesperación, indicando que en ese momento no le interesaba nada: ‘Yo pretendía morirme y no pido a la gente que lo comprenda. Solo que trate de entender que, en una mente desquiciada, que ya no se siente parte de este mundo, puede pasar cualquier cosa’.
Actualmente, Marco Antonio Solís Castro se encuentra bajo tratamiento psicológico y ha enviado un mensaje a su familia, pidiendo perdón a sus hijos, hermana y madre. En sus palabras, ‘juramentarme que voy a tratar de ser la mejor versión de mí de ahora en adelante. No puedo caer en depresión otra vez. Es terrible no tener la capacidad de pedir ayuda por querer controlarla’.