Lemu Nge, el primer nanosatélite chileno, revolucionará el análisis de biodiversidad vegetal con tecnología de punta y precisión sin precedentes.
Estudiar la biodiversidad del planeta es una tarea que tradicionalmente ha requerido de grandes recursos y complejidades técnicas. Sin embargo, un avance significativo se ha producido recientemente con el lanzamiento de Lemu Nge, el primer nanosatélite chileno dedicado a la observación de la biodiversidad vegetal a nivel global. Este satélite fue puesto en órbita desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en Estados Unidos, y representa un esfuerzo conjunto de un equipo internacional de expertos en ciencias de la tierra, ingeniería aeroespacial y tecnologías de la información, todos ellos vinculados a la startup chilena Lemu.
Leo Prieto, fundador y director ejecutivo de Lemu, explicó que “las imágenes satelitales son la forma más eficiente de poder monitorear las 51 mil millones de hectáreas de nuestro planeta”. A pesar de la cantidad de satélites en órbita, Prieto destacó que “muy pocos son de observación terrestre y aún menos cuentan con instrumentos que nos permitan efectivamente distinguir biodiversidad desde el espacio”. Este contexto resalta la importancia de Lemu Nge en el ámbito de la observación ambiental.
El nanosatélite, cuyo nombre en mapudungun significa “ojo del bosque”, tiene como objetivo inicial centrarse en Chile, donde existe una notable falta de datos satelitales, así como en el hemisferio sur en general. Lemu Nge está equipado con una cámara hiperespectral de alta resolución, que le permite segmentar la cobertura del suelo y la biodiversidad de la vegetación con una precisión más de 20 veces superior a la que se logra actualmente. Este dispositivo es capaz de medir 32 bandas espectrales, lo que le permite captar detalles que son invisibles al ojo humano.
Con unas dimensiones de 6U (30x20x10 cm), Lemu Nge es comparable en tamaño a una caja de zapatos. Además, cuenta con un sistema de propulsión de iones de metal líquido no tóxicos, lo que le permite ajustar su órbita y desorbitar sin generar residuos, completando 14 órbitas diarias alrededor de la Tierra.
La empresa ARAUCO ha sido un socio fundamental en la realización de este proyecto. No solo brindó apoyo financiero, sino que también aportó una visión orientada a enfrentar los desafíos globales relacionados con la sostenibilidad. Charles Kimber, gerente de personas y sostenibilidad de ARAUCO, comentó que “estamos cruzando la frontera de la innovación con un paso decisivo hacia la obtención de datos precisos y detallados sobre la biodiversidad de Chile y el mundo”.
La colaboración entre ARAUCO y Leo Prieto se remonta a 2019, cuando comenzaron a explorar las tecnologías de cada uno y cómo la startup Odd Industries podría ofrecer servicios de visión computarizada e inteligencia artificial a la empresa forestal. Posteriormente, ARAUCO adquirió una participación mayoritaria en Odd Industries. Durante este tiempo, ambas partes trabajaron en el desarrollo de Lemu, que recientemente ha sido presentado a nivel global. Kimber destacó que “compartimos la mirada de largo plazo y la convicción de que la tecnología puede aportar a combatir la crisis climática y potenciar un futuro sostenible”.
El apoyo de ARAUCO, a través de Arauco Ventures, incluyó no solo recursos económicos, sino también el acceso a información acumulada durante décadas sobre ecosistemas en Chile, Argentina y Brasil, lo que facilitó la implementación de este innovador proyecto.


