La historia de la domesticación de los gatos ha sido objeto de debate durante años, pero un nuevo estudio genómico publicado en Science Magazine ofrece nuevos datos sobre su llegada a Europa.
Investigadores han determinado que los gatos domésticos arribaron al continente europeo hace aproximadamente 2.000 años, durante los inicios del Imperio Romano. Este hallazgo sugiere que los felinos fueron transportados por marineros en barcos que llevaban grano egipcio a ciudades romanas, donde su función principal era controlar la población de roedores.
El paleogenetista Claudio Ottoni, autor principal del estudio, afirmó: “Mostramos que los primeros genomas de gatos domésticos en Europa aparecen a partir del período imperial romano”. Este descubrimiento desafía la noción tradicional de que los gatos llegaron a Europa mucho antes, junto con los primeros agricultores del Cercano Oriente, hace entre 6.000 y 7.000 años.
El estudio analizó datos genéticos de restos de gatos encontrados en 97 yacimientos de Europa y el Cercano Oriente, así como ADN de gatos actuales. En total, se examinaron 225 huesos, tanto de gatos domésticos como salvajes, que datan desde hace 10.000 años hasta el siglo XIX, obteniendo 70 genomas antiguos. Los resultados indicaron que los restos de la Europa prehistórica pertenecían a gatos monteses, no a gatos domesticados.
El coautor del estudio, Marco De Martino, destacó que la llegada del gato doméstico a Europa fue un momento crucial en su relación con los humanos, ya que estos animales se integraron en las sociedades, economías y creencias de la época.
El análisis genómico también reveló que hubo dos oleadas migratorias de gatos desde el norte de África. La primera ocurrió hace unos 2.200 años, cuando gatos monteses fueron introducidos en Cerdeña, lo que dio origen a la población salvaje actual de la isla. La segunda oleada, dos siglos después, fue la que estableció la línea genética de los gatos domésticos europeos modernos.
La zooarqueóloga Bea De Cupere explicó que la domesticación de los gatos no tuvo un único centro, sino que diferentes regiones y culturas del norte de África participaron en el proceso.
Este fenómeno de migración de gatos coincide con períodos de intenso comercio mediterráneo, donde los gatos no solo eran valorados como cazadores de ratones, sino también por su simbolismo religioso. En Egipto, los gatos eran venerados y formaban parte del panteón, a menudo acompañando a la élite y siendo momificados para su entierro.
El gato doméstico más antiguo identificado en Europa, genéticamente similar a los actuales, proviene de Mautern, en Austria, y data de entre el 50 a.C. y el 80 d.C., hallado en un antiguo fuerte romano junto al Danubio.
Sin embargo, el estudio no logra determinar con precisión cuándo y dónde comenzó la domesticación de los gatos. “La domesticación de gatos es compleja”, comentó Ottoni, “y lo que podemos decir ahora es el momento de la introducción de gatos domésticos a Europa desde el norte de África. Realmente no podemos decir mucho sobre lo que pasó antes y dónde”.
Este estudio proporciona una nueva perspectiva sobre la historia de los gatos y su relación con los humanos, abriendo la puerta a futuras investigaciones sobre su domesticación.


