Los niños ven menos anuncios de comida chatarra en televisión, pero aún enfrentan 1,000 al año. Investigadores destacan la necesidad de regular la publicidad.
Un estudio reciente ha revelado que los niños están expuestos a una cantidad significativamente menor de anuncios de comida chatarra durante los programas de televisión dirigidos a su audiencia. Según el análisis realizado por investigadores que utilizaron datos de la firma Nielsen, el número de anuncios de alimentos y bebidas dirigidos a los niños ha disminuido en más de un 95%. Este cambio se produjo tras un compromiso de la industria alimentaria en 2006 para reducir la publicidad de productos poco saludables dirigida a los menores.
A pesar de esta notable reducción, los investigadores encontraron que los niños menores de 12 años todavía están expuestos a aproximadamente 1,000 anuncios relacionados con alimentos al año. De estos, el 60% corresponde a productos considerados poco saludables, como refrescos azucarados y bocadillos salados o grasos. Lisa Powell, investigadora y directora de políticas en la administración de salud de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Illinois en Chicago, comentó: “Los niños siguen viendo unos mil anuncios al año en otros programas, siendo la mayoría de ellos poco saludables”.
Powell también destacó la importancia de esta situación, señalando que la Organización Mundial de la Salud ha reconocido que reducir la exposición a bebidas azucaradas es una estrategia clave para mejorar la dieta de los niños. Un grupo de empresas de alimentos y restaurantes se comprometió a limitar su publicidad a solo aquellos programas donde al menos el 35% de la audiencia fuera infantil. Sin embargo, una revisión de este compromiso realizada entre 2014 y 2020 reveló que hasta el 90% de estas empresas aún publican anuncios que tienen una menor participación infantil, lo que sugiere que podrían ser necesarias regulaciones más estrictas.
Los resultados del estudio también indicaron que los niños negros ven significativamente más anuncios de comida chatarra en comparación con los niños blancos, lo que se debe en parte a que pasan más tiempo viendo programas que presentan este tipo de publicidad. Estos hallazgos fueron publicados en la edición del 22 de agosto de la revista JAMA Network Open.
Los investigadores sugieren que las futuras investigaciones deben considerar otras formas de medios, como el streaming y las redes sociales, ya que los hábitos de consumo de los niños están cambiando. Powell afirmó: “Sabemos que la forma en que los niños consumen contenido está cambiando. Pasan más tiempo en sus dispositivos móviles, ya sea en tabletas o teléfonos. Realmente necesitamos entender dónde dirigen las compañías su publicidad y qué están viendo los niños”. Esta información es crucial para comprender la comercialización dirigida a los menores.


