LUNES, 22 de septiembre 2025 (HealthDay News) — Un estudio reciente indica que el acto de “cabecear” el balón puede tener un impacto negativo en la salud cerebral de los jugadores de fútbol amateur. Los investigadores encontraron que aquellos que utilizaban la cabeza para pasar o desviar el balón eran más propensos a desarrollar cambios en los pliegues de sus cerebros, según un informe publicado en la edición del 17 de la revista Neurology. Estos cambios se localizan en la corteza cerebral, que es la parte externa arrugada del cerebro. Los atletas que presentaron estos cambios cerebrales obtuvieron peores resultados en las pruebas cognitivas, afirmaron los investigadores.
El investigador principal, Dr. Michael Lipton, profesor de radiología en la Universidad Columbia, comentó: “Las personas que experimentaron impactos en la cabeza tuvieron interrupciones dentro de una capa específica del cerebro, y esas interrupciones también se vincularon con un peor rendimiento en el pensamiento y la memoria”. Este estudio añade evidencia a las preocupaciones sobre cómo las conmociones cerebrales relacionadas con los deportes afectan a los jugadores.
En la investigación, se realizaron escáneres a un total de 352 jugadores amateur de la ciudad metropolitana de Nueva York, además de otros 77 que participaban en el deporte sin colisiones. La edad promedio de los aficionados era de 26 años. Los participantes fueron divididos en cuatro grupos según la frecuencia con la que cabeceaban el balón durante el juego. El grupo con mayor frecuencia de cabezazos tuvo un promedio de 3,152 cabezazos por año, en comparación con solo 105 en el grupo de menor frecuencia.
Los resultados mostraron que los jugadores que cabeceaban con mayor frecuencia presentaron una mayor cantidad de materia blanca en las áreas conocidas como “profundidades de los surcos”. A medida que aumentaba el número de cabezazos, también se interrumpía más esta materia blanca, afectando particularmente la región orbitofrontal, que se encuentra justo encima de las cuencas de los ojos. Los hallazgos revelaron que la memoria y el aprendizaje estaban relacionados con la materia blanca, mostrando resultados preocupantes.
El Dr. Lipton concluyó: “Nuestros hallazgos sugieren que el cerebro es vulnerable a los traumatismos repetidos por cabezazos, lo que puede ser un lugar importante para detectar lesiones cerebrales”. Además, añadió que “se necesita más investigación para explorar a fondo la relación y los métodos que puedan conducir a la detección temprana de traumatismos craneoencefálicos relacionados con el deporte”.
Más información sobre este tema está disponible a través de la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopedic Surgeons), que ofrece recursos sobre deportes.


