A medida que se acercan las festividades de fin de año, un estudio de la Universidad de los Andes revela que la Navidad en Chile sigue siendo un momento de reencuentro familiar y espiritual para muchos, más allá del consumismo.
La encuesta, que abarcó desde Arica hasta Punta Arenas y entrevistó a más de mil chilenos mayores de 18 años, indica que un 47% de los participantes asocia la Navidad principalmente con encuentros familiares. Este sentimiento es más pronunciado entre las mujeres, donde el 49% lo menciona, en comparación con el 44% de los hombres. La importancia de la familia se extiende a todos los grupos socioeconómicos, siendo más notable en el grupo C2 (clase media típica) con un 56% y en el ABC1 con un 52%. Esto sugiere que, independientemente de las diferencias sociales, la celebración se centra en la convivencia, la conversación y la cercanía con los seres queridos.
Rodrigo Figueroa, académico de la Universidad de los Andes, señala que “la Navidad juega un rol unificador. En Occidente es una celebración muy universal en términos familiares, donde se refuerza el vínculo y la reunión. Celebramos que nace Jesús, el Redentor del mundo, pero ese sentido se ha ido reemplazando por una reunión familiar muy influida por lo comercial”.
En cuanto al significado religioso de la festividad, solo un 22% de los encuestados relaciona la Navidad con el nacimiento de Cristo. Este dato revela que, aunque menos visible en el ámbito público, la dimensión espiritual de la celebración sigue siendo significativa. La conexión con el origen religioso de la Navidad aumenta con la edad: un 36% de los mayores de 55 años lo vincula directamente con su significado religioso, en contraste con solo un 13% de los jóvenes de 18 a 34 años. Además, un 26% de las mujeres asocia la festividad con el nacimiento de Cristo, frente a un 18% de los hombres.
La encuesta también muestra que un 77% de los chilenos celebra la Navidad con su familia más cercana, como padres, hijos o pareja, mientras que solo un 12% lo hace con la familia extendida. Las celebraciones en soledad son mínimas, alcanzando apenas un 4%, y solo un 1% comparte esta fecha con amigos. Entre las mujeres, el vínculo con la familia nuclear es aún más fuerte, con un 82% que celebra con su círculo más íntimo.

