La actuación sorpresa de la Princesa Diana en 1985 reveló tensiones en su matrimonio con Carlos III, según el libro de Anne Allan. Un vistazo a su vida personal.
Hace cuatro décadas, la Princesa Diana tenía la intención de sorprender a su esposo, el futuro rey Carlos III, con una actuación de baile especial durante un evento benéfico en la Royal Opera House. Este evento tuvo lugar en diciembre de 1985 y, según relata la exbailarina y maestra de ballet Anne Allan en su libro “Dancing With Diana: A Memoir”, la reacción de Carlos no fue la esperada. En el libro, Allan describe cómo impartió lecciones de baile en secreto en Gales entre 1981 y 1989. Estas sesiones no solo fortalecieron el vínculo entre Diana y Allan, sino que también sirvieron como una válvula de escape para que Diana pudiera lidiar con sus conflictos personales, incluyendo su lucha contra la bulimia y el creciente descontento en su matrimonio.
El momento culminante de esta actuación fue cuando Diana decidió bailar la canción “Uptown Girl” de Billy Joel para Carlos, un gesto que pretendía ser una muestra de cariño y sorpresa. La coreografía fue realizada junto a Wayne Sleep, un reconocido bailarín británico y amigo de Diana. A pesar de los aplausos del público, la reacción de Carlos fue de indiferencia ante el esfuerzo de su esposa, lo que sorprendió a muchos de los presentes. Este incidente no solo quedó grabado en la memoria de quienes asistieron, sino que también fue recreado en la cuarta temporada de la serie “The Crown” de Netflix. Según las declaraciones de Allan, “Ella solo quería que él estuviera encantado”, pero la respuesta del príncipe fue fría, lo que refleja la tensión que ya existía en su matrimonio y los problemas personales que enfrentaba la princesa.
Las lecciones de baile eran una forma para Diana de perfeccionar su técnica y encontrar alivio emocional durante un periodo tumultuoso de su vida. Allan reflexionó sobre el impacto que tenía el amor en Diana, señalando que “cuando sientes que alguien te quiere, eso tiene un efecto en ti”. A pesar de las dificultades, Diana seguía pensando que si había amor, habría felicidad, y la escritora está segura de que había amor en su relación.
Por otro lado, Richard Dalton, un antiguo peluquero de Diana, compartió sus recuerdos de la década que trabajó con ella en su nuevo libro titulado “It’s All About the Hair—My Decade with Diana”, escrito en colaboración con Renae Plant, curadora del Princess Museum. Dalton ofrece una perspectiva íntima sobre la vida de Lady Di, destacando su peculiar sentido del humor. Recordando su tiempo con ella, Dalton menciona que Diana siempre encontraba la manera de hacer reír a quienes la rodeaban, a menudo llevando consigo un bolso lleno de juguetes que simulaban vómito o excremento de perro, lo que generaba risas en largos vuelos.
Dalton describe a Diana como “sumamente astuta y a veces muy pícara”. La coautora Plant también menciona que uno de los objetivos al relatar estas historias es mostrar el lado más humano y común de Diana. Ella, al igual que muchas personas, deseaba experimentar la normalidad en su vida diaria, algo que se refleja en muchos episodios que quedan ocultos a los ojos del público. Estas anécdotas ofrecen una visión enriquecedora de la complejidad de la vida de Diana, permitiendo conocer facetas de su vida que a menudo no eran visibles.
