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The White Stripes regresa tras 13 años para demandar a Donald Trump por uso indebido

The White Stripes regresa tras 13 años para demandar a Donald Trump por uso indebido.
The White Stripes regresa tras 13 años para demandar a Donald Trump por uso indebido.

Jack y Meg White regresan como The Stripes para demandar a Donald Trump por el uso no autorizado de “Seven Nation Army” en su campaña presidencial.

Desde el año 2011, Jack y Meg White no habían utilizado el nombre de The White Stripes de manera conjunta. Sin embargo, una reciente situación legal ha llevado a la famosa banda a desempolvar sus icónicos trajes rojos y blancos para distanciar su trabajo de la campaña presidencial de Donald Trump. Esto se debe al uso no autorizado de su canción “Seven Nation Army” en un video de campaña. La agrupación se une a una creciente lista de artistas que han tomado acciones legales similares contra el candidato republicano en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, acusando a Trump de apropiación indebida de su grabación, la cual fue publicada en redes sociales el 29 de agosto.

La demanda fue presentada en un tribunal de Nueva York y nombra como demandados a Margo McAtee y a Martin, miembros del equipo de campaña de Trump. Los músicos alegan que no se les solicitó ni se les otorgó permiso para utilizar su tema. La campaña electoral respondió a los intentos de resolver el asunto antes de llegar a los tribunales. El video en cuestión, que ya ha sido eliminado, mostraba a Trump abordando un avión con el riff de apertura de “Seven Nation Army” sonando de fondo.

En una respuesta inicial, la banda advirtió a Instagram sobre la posible calificación de los usuarios que utilizan su música como “fascistas”. Además, sostienen que la apropiación de su obra musical les ha causado daños monetarios significativos, argumentando que “Seven Nation Army” es “una de las obras musicales más conocidas e influyentes de todos los tiempos”. También señalaron que ya habían denunciado públicamente el uso de su música durante la promoción de la campaña de Trump en 2016.

Según el abogado de propiedad intelectual Jason Rosenblum, el uso de la canción requiere una licencia de sincronización, lo que generalmente implica una negociación directa con el titular de los derechos de la grabación. “Si alguien ha obtenido esos derechos, deberían tener un caso sólido”, comentó Rosenblum. “Seven Nation Army” fue lanzada en 2003 como parte del álbum “Elephant”, y la banda se separó citando la necesidad de “preservar lo hermoso y especial de la banda” debido a diferencias artísticas. Desde entonces, la canción ha ganado un estatus icónico en la cultura popular, convirtiéndose en un himno reconocible en eventos deportivos y otros espacios públicos.

Este no es el primer caso en el que el expresidente de Estados Unidos enfrenta videos de propaganda política que utilizan música sin autorización. Artistas como Neil Young, Beyoncé, Foo Fighters y Celine Dion han expresado su desaprobación por el uso de sus canciones en campañas políticas. Actualmente, el político conservador también enfrenta demandas de patrimonio de músicos como Isaac Hayes y Eddy Grant por razones similares. La semana pasada, un juez federal en Atlanta emitió una orden que prohíbe la reproducción de “Hold On, I’m Coming”, coescrita por Hayes.

En agosto, ABBA también dejó de permitir el uso de su música en eventos, alegando que su decisión fue en respuesta a un acuerdo con dos grupos de interpretación. Los abogados han invocado la defensa justa en algunos casos, argumentando que la reproducción de las canciones tiene un propósito comercial y que el mensaje satírico altera el significado original de las obras. Ronald Coleman, quien representa este asunto, se abstuvo de hacer comentarios sobre la demanda, pero indicó que aún no se les había notificado oficialmente sobre la misma.

En 2020, docenas de artistas de renombre, incluyendo a Mick Jagger, Lionel Richie, Sia y Lorde, firmaron una carta abierta dirigida a los comités nacionales de ambos partidos principales, solicitando que los candidatos buscaran el permiso adecuado para utilizar su música en campañas políticas.

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