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Tragedia en EE. UU.: 18% de muertes infantiles en 2022 por armas de fuego

Impactante: 18% de muertes infantiles en EE. UU. en 2022 por armas de fuego.
Impactante: 18% de muertes infantiles en EE. UU. en 2022 por armas de fuego.

Tiroteos en escuelas y comunidades de EE. UU. siguen causando muertes infantiles. En 2022, el 18% de las muertes de menores fueron por armas de fuego.

Tristemente, los incidentes relacionados con armas de fuego en Estados Unidos se han convertido en una realidad cotidiana. Un ejemplo reciente ocurrió el lunes 2 de septiembre, cuando se registró un tiroteo en la escuela secundaria Apalachee, ubicada en Winder, Georgia. Este trágico evento resultó en la muerte de cuatro personas y dejó al menos nueve heridos. Según reportes de CNN, este tipo de violencia armada sigue siendo la principal causa de mortalidad infantil en el país.

Además de este suceso, el sábado 7 de septiembre se produjo otro tiroteo en una zona rural del condado de Laurel, en Kentucky. Este ataque fue llevado a cabo por un individuo identificado con las iniciales J.C., de 32 años, quien hasta el momento no ha sido detenido por las autoridades policiales del estado.

Los datos proporcionados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) revelan que en 2022, el 18% de las muertes infantiles, es decir, de menores de entre 1 y 18 años, fueron causadas por disparos o actos de violencia armada. En total, 3,500 niños, niñas y adolescentes perdieron la vida en incidentes relacionados con armas de fuego, lo que equivale a cinco muertes por cada 100,000 menores en Estados Unidos.

Un estudio complementario realizado por la Universidad de Michigan también aporta información relevante sobre esta problemática. Este estudio indica que en 2022, el 90% de las muertes relacionadas con armas de fuego superaron a los accidentes de tráfico en años anteriores. Los investigadores, cuyos hallazgos fueron publicados en la revista JAMA Pediatrics, afirmaron que “este informe muestra que la violencia armada sigue siendo un problema crítico y geográficamente diverso en Estados Unidos (…) Estas muertes son prevenibles y, al identificar áreas de alta prioridad, podemos adaptar mejor las estrategias y soluciones políticas basadas en evidencia para salvar vidas”.

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