La modelo cubana Betsy Camino fue invitada al programa Todo va a estar bien, conducido por Eduardo de la Iglesia en Vía X, donde compartió su experiencia sobre los insultos xenófobos que ha recibido desde su llegada a Chile. A pesar de su agradecimiento por ser elegida por el país, Betsy expresó que ha enfrentado comentarios despectivos, afirmando: “Siempre dicen que soy maraca. Es lo más común para decirle a una niña linda, a una niña que le va bien”.
Comentarios de otras mujeres
Betsy Camino también mencionó que lo que más le impactó fue darse cuenta de que muchos de estos comentarios venían de otras mujeres. En este sentido, comentó: “No entendía esa parte de la revolución de las mujeres, de que vamos a apoyarnos, que el cuerpo es libre, la sororidad”.
La modelo reflexionó sobre la percepción que se tiene de las mujeres que se muestran seguras de sí mismas, indicando que cuando ella publica una foto en bikini, a menudo recibe críticas. “Pero si yo subo una foto yo en bikini, es como ‘se ve fea’, pero si yo quizás fuera gordita, con estrías y me atreviera, dale, pero no tengo culpa de no ser gordita. Me gusta cuidarme, no me gustan las estrías, no quiero tener celulitis. Entonces, es un poquito ese doble discurso”.
Inauguración de la temporada playera
La cubana también inauguró la temporada playera con un microbikini que generó numerosos comentarios en redes sociales. En el programa, Betsy compartió que ha enfrentado críticas relacionadas con su éxito y su origen. “Me decían ‘como los extranjeros que llevan tan poquito tiempo, que tienen que sacarse la mierda trabajando, tienen negocios y yo no’. Bueno, porque yo tengo un foco, porque tengo una familia que mantener”.
Discriminación y estereotipos
Betsy Camino fue clara al abordar la discriminación que ha sentido, afirmando: “Si tú eres inteligente y eres empresaria, está bien. Pero no puedes ser bonita, inteligente, negra, empresaria. Esa combinación (no)”.
El animador del programa, Eduardo de la Iglesia, le preguntó si se sentía discriminada o si la gente la acusaba de ser prostituta. Betsy respondió sin rodeos: “Es que va de la mano todo. Es como ‘es linda, bueno, tiene ese local, ella ayuda, es porque… ajá, por qué cómo’. ¿Cómo? Me sacó la mierda trabajando, yo no salgo los fines de semana, yo me levanto todos los días religiosamente a las 6:30 a trabajar, porque mi objetivo es que a los 35 tengo que ser millonaria”.
Betsy Camino, a través de su testimonio, pone de relieve las complejidades de ser una mujer inmigrante en un nuevo país, enfrentando tanto el éxito como la crítica en un entorno que a menudo perpetúa estereotipos y prejuicios.


