El salario mínimo en Chile ha experimentado incrementos significativos en el año 2024, estableciendo un precedente para futuros ajustes en el contexto económico actual.
Incrementos del salario mínimo en 2024
Durante el año 2024, el salario mínimo en Chile ha sido objeto de dos aumentos importantes, en el marco del proyecto de ley de alza gradual que fue aprobado en mayo de 2023. Estos incrementos tienen como objetivo adaptarse a las nuevas exigencias económicas y a la inflación que se ha registrado en el país.
Reajustes adicionales basados en el IPC
Además de los aumentos iniciales, el salario mínimo ha recibido un ajuste adicional tras la revaluación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente al periodo de julio a diciembre de 2024. Este reajuste ha elevado el sueldo a $510.636, cifra que se mantendrá hasta la próxima evaluación programada.
Proyecciones para futuras modificaciones salariales
De acuerdo con el artículo 6 de la Ley N.º 21.578, se anticipa un nuevo aumento en mayo de 2024, aunque aún no se ha definido el monto exacto de este ajuste. Este incremento se alinea con los esfuerzos por mantener el poder adquisitivo de los trabajadores frente a la inflación.
Iniciativas de la CUT para un salario vital
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) está llevando a cabo negociaciones con los Ministerios del Trabajo y de Hacienda para impulsar un ajuste del salario mínimo. La discusión futura no se centrará únicamente en un número específico, sino que busca establecer un ‘salario vital’ de $725.000, monto que se considera necesario para sustentar adecuadamente a una familia de cuatro integrantes.
Revisión del Índice de Precios al Consumidor para ajustes fundamentados
Las negociaciones entre la CUT y el gobierno están enfocadas en alcanzar un salario que cubra las necesidades básicas de la población. Se espera que el aumento en mayo de 2024 se realice con detalles que aún están por definir, y que la revisión del Índice de Precios al Consumidor sirva como base para ajustes fundamentados.
La economía chilena se encuentra en un proceso de preparación para enfrentar futuros desafíos, buscando garantizar que los salarios mínimos no solo se ajusten a la inflación, sino que también proporcionen un nivel de vida digno para las familias del país.


