Chile ha implementado reformas significativas en la Pensión Garantizada Universal, beneficiando a adultos mayores.
Nuevas actualizaciones en la Pensión Garantizada Universal
El año 2025 ha traído consigo importantes avances en la política de pensiones en Chile, específicamente en lo que respecta a la Pensión Garantizada Universal (PGU), la cual está destinada a proporcionar apoyo económico a los adultos mayores de 65 años. Este grupo abarca tanto a jubilados como a aquellos que aún están activos en el mercado laboral. En enero, se aprobó una reforma de pensiones que introdujo cambios cruciales en la estructura de la PGU, lo que ha allanado el camino para su transformación en ley.
En febrero, se realizó un ajuste en el monto máximo mensual de la pensión, el cual se determinó de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC), elevando el aporte máximo de $214.296 a $224.024.
Incremento futuro en el monto de la PGU
Con la aprobación de la reforma de pensiones, se anticipa un aumento futuro de la PGU, un cambio que beneficiará a un segmento específico de sus usuarios. Este incremento tiene como objetivo elevar la pensión a un monto fijo de $250.000, un objetivo que fue alcanzado con la aceptación del Congreso Nacional en enero.
Detalles de la implementación gradual del incremento
El Presidente Gabriel Boric ha indicado que el primer incremento se espera para septiembre de 2025, asumiendo que la reforma se oficialice como ley en marzo del mismo año. Esta elevación se llevará a cabo de manera gradual, tanto en términos de tiempo como en relación a quiénes recibirán primero el aumento.
– **Septiembre de 2025**: Los beneficiarios de 82 años o más recibirán la PGU de $250.000.
– **Septiembre de 2026**: Los beneficiarios de 75 años o más recibirán un monto ajustado que superará los $250.000, reflejando el reajuste anual por el IPC.
– **Septiembre de 2027**: Todos los beneficiarios mayores de 65 años recibirán la misma cantidad ajustada que los grupos anteriores.
Este esquema de implementación busca facilitar una transición suave hacia un sistema de pensiones más robusto y equitativo, garantizando que los incrementos se distribuyan de forma justa entre los distintos grupos etarios de beneficiarios. Las personas que califiquen dentro de categorías especiales, como los beneficiarios de la Comisión Valech o del Informe Rettig, también seguirán este mismo esquema de incrementos graduales, asegurando que todas las partes interesadas se beneficien equitativamente de las reformas.
