Un alumno hirió a cinco docentes en un colegio de Ovalle, un incidente que resalta la problemática de la desregulación en estudiantes con Trastorno de Espectro Autista (TEA). Entre los afectados, uno de los profesores sufrió una fisura de clavícula. Este suceso se suma a una serie de episodios de violencia escolar que han ocurrido recientemente en diversas instituciones educativas del país.
Detalles del incidente en Ovalle
El episodio violento tuvo lugar en un colegio de Ovalle, donde un estudiante con TEA mostró un comportamiento desregulado, resultando en lesiones para cinco docentes. El presidente del Colegio de Profesores de Ovalle, Rogelio Pizarro, comentó sobre la situación, indicando que “cuando un estudiante se desregula no es llegar y actuar frente a esa situación”. Pizarro enfatizó que cada escuela tiene protocolos establecidos para manejar estas crisis, y que no siempre es el docente presente quien debe intervenir.
El papel de los tutores sombra
En este contexto, Pizarro mencionó la importancia de los tutores sombra, quienes son profesionales o incluso familiares que brindan apoyo individual a estudiantes con necesidades especiales. Estos tutores actúan como mediadores entre la familia y la escuela, facilitando la inclusión y el manejo de situaciones críticas. Sin embargo, los docentes afectados en este caso señalaron que el Departamento de Educación Municipal de Ovalle había desvinculado a estos especialistas, lo que limitó la capacidad de respuesta ante la crisis del alumno.
Reacciones y contexto educativo
Los docentes expresaron su preocupación, afirmando que “los profesores no estamos preparados para atender este tipo de crisis”. En un aula, además de un estudiante con TEA, hay otros 30 o 40 alumnos que requieren atención, lo que complica aún más la situación. Este incidente ha reabierto el debate sobre la necesidad de contar con tutores sombra en las escuelas, especialmente en casos donde se presentan estudiantes con TEA.
Legislación sobre la inclusión educativa
La Ley 21.545, promulgada en marzo de 2023, busca promover la inclusión y la atención integral de las personas con TEA en el ámbito educativo. Esta ley tiene como objetivo mejorar la respuesta educativa en todos los niveles y modalidades, ajustando reglamentos y procedimientos internos. Sin embargo, la normativa no contempla la figura del tutor sombra como parte del personal que puede ser contratado con recursos de educación especial, lo que limita su presencia en las escuelas. La ley establece que, aunque los tutores sombra pueden ser fundamentales para el acompañamiento de estudiantes con TEA, no son requeridos obligatoriamente en los recintos educativos.
Este contexto resalta la necesidad de revisar las políticas educativas y la implementación de recursos que permitan una atención adecuada a los estudiantes con necesidades especiales, garantizando así un ambiente escolar seguro y inclusivo.

