Un violento asalto tuvo lugar en la vivienda de un juez en la comuna de Buin, en la Región Metropolitana, durante la madrugada de este domingo. El incidente se registró alrededor de las 4:20 de la mañana, cuando tres individuos descendieron de un vehículo y accedieron a la casa del magistrado con el objetivo de robar diversas pertenencias.
La periodista de Meganoticias Siempre Juntos, Silvana Stock, informó que, según la información disponible, eran cuatro los antisociales involucrados, de los cuales uno permaneció en el vehículo mientras que los otros tres llevaron a cabo el robo tras forzar la cerradura de la vivienda. En el momento del asalto, el juez Salvador Briceño, su esposa Danae Gómez y su hija, una menor de 14 años, se encontraban durmiendo.
El magistrado relató a Meganoticias que “estábamos durmiendo, habíamos llegado hace unas horas de la fiesta de graduación de nuestra hija de octavo básico. Nos percatamos que gente ya había ingresado al antejardín, ahí nos movimos a la habitación de nuestra hija para estar los 3 juntos”.
Los delincuentes ingresaron a la vivienda y, tras ubicar a la familia, les ordenaron que se mantuvieran tranquilos y quietos. El juez Briceño indicó que “no nos golpearon, pero nos pidieron las claves de los celulares. Se llevaron celulares, tablets, notebook, un televisor y encontraron rápidamente las llaves del vehículo. Toman todo y se llevan el vehículo en dirección desconocida”. Además, el juez mencionó que “una de las personas estaba con un implemento que parecía un arma”.
Por su parte, Danae Gómez proporcionó detalles sobre los delincuentes, afirmando que “uno andaba con una máscara y los otros dos andaban con mascarillas quirúrgicas. Por lo tanto, no pudimos visualizar su rostro, pero eran personas jóvenes, entre 20 y 30 años, chilenos”.
Respecto a la menor, la esposa del juez Briceño comentó que “mi hija está muy afectada, preocupada más que nada por nosotros, actuó súper bien también, los 3 actuamos muy calmados. Era algo que habíamos conversado en algún momento entre los 3, si nos hacían alguna encerrona, si entraba a la casa, teníamos que estar calmados y entregar todo”.


