
Los servicios de inteligencia del Reino Unido han emitido un informe reciente en el que advierten sobre la posibilidad de un ataque ruso en la localidad de Pokrovsk, tras haber logrado “rodear parcialmente” la localidad de Selodive. Según el Ministerio de Defensa británico, “las fuerzas rusas han rodeado parcialmente Selodive y, muy probablemente, intentarán tomar la ciudad en las próximas semanas”. Además, se menciona que es probable que continúen las acciones en este sector, junto con Avdiivka, que siguen siendo los principales objetivos de las operaciones rusas.
El informe destaca que la zona ha experimentado un alto nivel de operaciones durante la última semana, incluyendo “avances” en el centro de Toretsk. También se han observado “algunas indicaciones” que sugieren un posible intento de “vigorizar la ofensiva en la parte oriental” de Zaporizhzhia, que ha permanecido estática durante más de un año. Sin embargo, los expertos británicos advierten que “falta por ver si pueden mantener sus ofensivas”, ya que, con el tiempo, “los esfuerzos han sido lentos y las posiciones son vulnerables a contraataques ucranianos”.
En este contexto, el medio estadounidense The New York Times informó que septiembre fue un mes mortal para el Kremlin, lo que obligará a reevaluar sus futuras maniobras en el territorio vecino. Según el informe, en los últimos 30 días se han registrado las mayores bajas en las filas rusas, llevando la cifra de soldados caídos desde el inicio de la guerra a más de 615,000. Un funcionario militar de Washington comparó el estilo de combate ruso con “ser arrojados a una picadora de carne”, afirmando que están dispuestos a sacrificar miles de soldados.
Las estimaciones de analistas militares indican que se han registrado aproximadamente 1,200 combatientes muertos por día, lo que supera las tasas diarias más altas registradas anteriormente en mayo. Como resultado de estas circunstancias, el Kremlin se niega a convocar una movilización a gran escala, ya que esto podría generar un repudio masivo en la sociedad. Se estima que se vería obligado a reclutar entre 25,000 y 30,000 nuevos soldados, muchos de los cuales serían convictos o acusados de crímenes aún no juzgados. “Estamos observando de cerca cuánto tiempo podrá mantener esta postura”, advirtió el Pentágono.
Por otro lado, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, continúa insistiendo ante sus pares occidentales en la necesidad de una solución diplomática que permita resolver el conflicto, resguardando la soberanía territorial del país. Este viernes, Zelensky se reunió con el jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz, quien aseguró que busca “un final justo y rápido de la guerra”, preferentemente “antes de que termine el año 2025”. Durante la reunión, Zelensky promovió su Fórmula de Paz, que ha sido presentada a varios mandatarios internacionales e incluye el envío de armamento y tropas, así como una invitación inmediata a la adhesión a la OTAN. Scholz respondió que “Ucrania puede contar con nuestro apoyo”, enfatizando que “solo puede lograrlo sobre la base del derecho internacional” y que “no aceptaremos que Vladimir Putin dicte las condiciones a su favor”.
(Con información de Europa Press)