
La denuncia de una mujer chilena revela presuntos abusos por parte del cónsul de Chile en Australia durante un intento de repatriación.
Natalia Pozo, una ciudadana chilena, ha denunciado haber sido víctima de una agresión por parte del cónsul de Chile en Australia. La mujer se encontraba en el país oceánico intentando repatriar el cuerpo de su hijo, quien había fallecido recientemente. En su relato, Pozo describe una experiencia traumática durante su visita al consulado, donde afirma haber sido retenida durante un periodo de dos horas por el diplomático. En declaraciones recogidas por La Cuarta, Pozo expresó: “Nadie quiere que cuando, un hijo se va, exponerlo así en televisión, pero cuando un funcionario público te retienen durante dos horas, ese trato no se lo merece ninguna persona”.
La denuncia incluye detalles sobre las palabras que el cónsul dirigió a Pozo, las cuales ella considera como “barbaridades” que se dijeron con la intención de quebrantar su voluntad y obligarla a entregar su teléfono. Pozo mencionó que, a pesar de la presión, decidió guardar el teléfono como evidencia de lo ocurrido, afirmando: “por alguna razón sentí que tenía que escuchar esas atrocidades y guardar el teléfono, porque eran pruebas”.
En el contexto de la intervención policial, Pozo relató que el cónsul le habría manifestado su inmunidad diplomática, lo que la dejó en una situación de vulnerabilidad. “Cuando llegó la policía australiana, este hombre me decía ‘yo puedo hacer lo que quiera contigo, tengo inmunidad diplomática’. Yo me sentía en shock. Si ese hombre me hubiese querido matar, lo hubiese podido hacer”, declaró Pozo.
Los incidentes fueron documentados en videos que fueron transmitidos por el programa “Contigo en la Mañana”, donde se puede observar al cónsul afirmando que “esta es mi oficina y yo le podría prohibir grabar”. Pozo también recordó que durante el altercado, el cónsul le propinó portazos en uno de sus brazos, lo que la llevó a caer al suelo. En ese momento, una de las secretarias del consulado retuvo sus documentos, mientras ella pedía ayuda para que se llamara a la policía.
La mujer también mencionó que en el hospital se registró su situación como un intento de asfixia, afirmando: “Cuando intento agarrar el teléfono, él me agarra del cuello”. En respuesta a la denuncia, desde la Cancillería chilena se comunicó que “el Consulado de Chile en Sídney tuvo conocimiento de este caso hace semanas, prestando de manera inmediata la atención, de acuerdo a sus competencias y atribuciones”.