
El caso de Madeleine McCann sigue abierto. Christian Brückner, principal sospechoso, enfrenta nuevos testimonios que podrían confirmar su implicación en la desaparición.
El caso de la desaparición de Madeleine McCann continúa sin resolverse, con las investigaciones centradas en Christian Brückner, un ciudadano alemán actualmente encarcelado por un delito relacionado con drogas. Brückner está siendo juzgado por una serie de delitos sexuales que se habrían cometido en Portugal entre los años 2000 y 2006, coincidiendo con el periodo en el que desapareció la niña británica de tres años.
Durante el juicio, el tribunal ha escuchado el testimonio de Laurentiu Codin, un hombre rumano de 50 años que ha compartido celda con Brückner. Codin reveló que el alemán le había confesado varios de sus crímenes durante sus conversaciones. Entre las revelaciones, se encuentra una que podría ser crucial para establecer la implicación de Brückner en la desaparición y posible muerte de Madeleine McCann.
Codin relató que Brückner le mencionó haber robado en una zona de hoteles frecuentada por personas adineradas en Portugal. “Me dijo que en Portugal, que había robado allí en una zona de hoteles donde hay gente rica”, afirmó Codin. Además, el testigo indicó que Brückner le comentó que había encontrado una ventana abierta en uno de esos hoteles, lo que le llevó a preguntarle si era posible dejar huellas dactilares al salir por la ventana.
El testimonio de Codin continuó con detalles sobre cómo Brückner supuestamente entró en un apartamento con la intención de robar. “Dijo que entró al apartamento por dinero y dijo que no encontró dinero, pero encontró a una niña y se la llevó”, explicó. Según Codin, Brückner le narró que, tras el incidente, el lugar fue rodeado por policías y perros en un lapso de dos horas. “Se fue de la zona”, añadió Codin, quien también mencionó que Brückner le habló de una discusión con otra persona que lo acompañaba en ese momento, lo que llevó a que se separaran.
Además, Codin reveló que Brückner le había solicitado que incendiara su refugio una vez que él saliera de prisión, lo que añade un elemento más a las inquietantes confesiones del principal sospechoso en el caso de Madeleine McCann. Este testimonio se suma a la larga lista de indicios que han mantenido el interés en el caso, que sigue siendo objeto de atención mediática y de investigaciones por parte de las autoridades.