El Alzheimer, que representa entre el 60 y 70% de todos los casos de demencia, afecta actualmente a más de 55 millones de personas en todo el mundo, y se estima que esta cifra podría triplicarse hacia el año 2050. En Argentina, se calcula que hay alrededor de 500.000 personas afectadas por esta enfermedad. Sin embargo, expertos han compartido recientemente una noticia alentadora: la lucha contra el Alzheimer parece haber entrado en una nueva era. Una revisión científica publicada en la reconocida revista The Lancet ha presentado una serie de artículos que profundizan en los avances en el conocimiento de la patología, el diagnóstico y los tratamientos de la enfermedad. Entre los 40 destacados autores que contribuyeron a esta serie se encuentra la doctora Lucía Crivelli, jefa de Neuropsicología de Adultos en Fleni y especialista en Psicología con orientación en Neurociencia Cognitiva Aplicada. En una entrevista exclusiva para Infobae, la doctora Crivelli compartió los hallazgos de esta investigación.
La investigación sobre el Alzheimer ha sido calificada como un “cambio de paradigma”. Según la doctora Crivelli, “el cambio de paradigma debe ser la llegada de modificadores y la disponibilidad de biomarcadores plasmáticos, que permiten diagnosticar y tratar las fases tempranas”. Además, destacó que “los avances en fármacos dirigidos al amiloide sanguíneo han abierto la puerta a un manejo preciso y objetivo de la enfermedad en sus etapas iniciales, marcando el inicio de una nueva era en la práctica clínica”.
La relevancia de esta revisión fue dirigida por el profesor Giovanni Frisoni de la Universidad de Ginebra en Suiza, y contó con la participación de investigadores de 14 países en cuatro continentes, siendo la doctora Crivelli la única investigadora argentina en formar parte de este estudio. En su trabajo, tres científicos describen los cambios necesarios en la atención sanitaria y las políticas públicas para favorecer el tratamiento del Alzheimer.
La doctora Crivelli comentó: “En este artículo realizamos un análisis de las publicaciones con foco en los últimos cinco años (desde el 1 de enero de 2020 hasta marzo de 2025), dando prioridad a la evidencia sólida proveniente de estudios clínicos, revisiones sistemáticas y metaanálisis combinados. Además, revisamos guías y declaraciones relacionadas con el Alzheimer y el deterioro cognitivo. Hemos observado que, tanto en teoría como en práctica, la evolución ha sido muy dinámica”.
La revisión posiciona el uso de biomarcadores como un elemento central en la evolución médica. Según la doctora Crivelli, “los biomarcadores permiten detectar la causa subyacente de los síntomas cognitivos, incluso antes de que se presenten, aunque no se recomienda su uso en este momento”. Estos biomarcadores en sangre pueden capturar alteraciones amiloideas y tau, que son indicativas de neurodegeneración, reflejando la fisiopatología de la enfermedad. El estudio también señala que los factores de riesgo modificables permitirán clasificar a los pacientes en estratos y dirigir intervenciones secundarias, como cambios en el estilo de vida y el control de comorbilidades.
La integración de estos biomarcadores, mediante técnicas de PET y análisis de líquido cefalorraquídeo, ha revolucionado la práctica clínica, permitiendo un diagnóstico mucho más preciso y temprano, lo cual es una condición necesaria para acceder a nuevas terapias antiamiloides que han sido aprobadas recientemente en varios países.
Según la Comisión, este enfoque también contribuye a la reducción de la tasa ajustada por edad, a pesar de que el número absoluto de casos aumente debido al envejecimiento poblacional. La doctora Crivelli explicó que “además, se están probando intervenciones en la ventana preclínica, hasta 20 años antes de la aparición de síntomas, para frenar su desarrollo”.
En el artículo, los especialistas explican que existe un método único para establecer un diagnóstico definitivo post mortem, y que la posibilidad de realizar pruebas de sangre ha facilitado el trabajo hacia diagnósticos tempranos y precisos. Las pruebas cognitivas primarias ayudarán a acceder de manera anticipada a nuevas estrategias preventivas. La doctora Crivelli concluyó: “Creemos que la incorporación de chequeos primarios permitirá identificar a los pacientes antes, abriendo la posibilidad de retrasar o prevenir la enfermedad”.


