Un loco a domicilio es una película de comedia negra que se estrenó en 1996, dirigida por Ben Stiller y protagonizada por el reconocido actor Jim Carrey. Aunque en su lanzamiento no tuvo un éxito comercial inmediato, la película ha sido objeto de análisis y revalorización a lo largo del tiempo. El guion fue escrito por Lou Holtz Jr. y la historia gira en torno a Matthew Broderick, quien interpreta a Steven Kovacs, un hombre que, tras una ruptura con su novia Robin, interpretada por Leslie Mann, se muda a un nuevo apartamento. La trama comienza con la instalación de un servicio de cable por parte de Ernie “Chip” Douglas, un personaje interpretado por Carrey, quien es un hombre solitario que desarrolla una obsesión por Steven.
La historia se inicia de manera sencilla, pero rápidamente se convierte en una pesadilla para Steven, quien al principio parece disfrutar de la amistad de Chip. Sin embargo, la relación se torna inquietante debido a los comportamientos acosadores de Chip, quien manipula a todos a su alrededor, incluida la familia de Steven, haciéndolos ver a él como la víctima. Según Screen Rant, la película comenzó con una concepción diferente, ya que inicialmente se pensó en Chris Farley para el papel principal. Farley, conocido por su humor físico y carismático, era considerado el candidato ideal para interpretar a Chip Douglas. Sin embargo, debido a problemas de agenda, tuvo que rechazar la oferta, lo que permitió que Carrey, en ese momento una superestrella gracias a éxitos como Ace Ventura y Dumb and Dumber, asumiera el papel.
Aunque la película estaba pensada como una comedia ligera sobre un amigo molesto, el guion fue reescrito para darle un tono más oscuro y perturbador. La dirección de Stiller decidió explorar esta nueva dirección, lo que resultó en un cambio radical en el registro del actor. A pesar de que Stiller aún no había consolidado su carrera como director, inicialmente tenía la intención de dirigir y actuar en la película, pero pronto se dio cuenta de que equilibrar ambas tareas sería demasiado demandante. Así, se unió al proyecto con la disposición de llevar al cómico a un lugar más oscuro, adoptando una caracterización única y perturbadora para el personaje de Chip.
Esta decisión transformó la película, convirtiéndola en una comedia negra que resultó ser mucho más inquietante de lo que muchos esperaban. En una charla con el guionista y productor Judd Apatow, se confesó que la atmósfera extraña y oscura que se anticipó durante los días de filmación fue un aspecto sorprendente de la producción. Otro aspecto notable de la película fue la compensación económica que recibió Carrey por su participación, ya que, según CBR, en el apogeo de su fama, cobró una asombrosa cifra de 20 millones de dólares, rompiendo récords en la industria cinematográfica. Este salario se convirtió en un punto central de conversación, ya que en ese momento nadie había ganado tanto dinero por una sola película.
Por otro lado, el guion original de Holtz Jr. era bastante diferente de lo que finalmente se presentó en pantalla. El guion inicial se centraba en una comedia más ligera, similar a ¿Qué pasa, doc?, pero a medida que se involucró en el proyecto, se tornó más oscuro. Un elemento importante de la película es su constante referencia a la cultura pop, lo que, según Slant Magazine, tuvo un impacto significativo en las carreras de los protagonistas, marcando un cambio inmediato en sus trayectorias. Este caso marcó un punto de inflexión en la carrera de Carrey, alejándolo de los papeles cómicos de su época dorada, como en The Mask, y llevándolo hacia un terreno más serio y perturbador.
A pesar de que en su momento fue considerado un tropiezo, con el tiempo ha sido revalorizada como un clásico de culto. Las críticas fueron mixtas: algunos críticos, como Roger Ebert, la consideraron una de las peores películas del año, mientras que otros, como Gene Siskel, elogiaron su originalidad. Además, el estudio intentó cambiar la publicidad para atraer a más espectadores, logrando evitar una decepción en taquilla. Columbia Pictures modificó los carteles promocionales, reemplazando las imágenes donde Carrey sonreía por otras más aterradoras, y editaron nuevos tráilers que resaltaban el lado oscuro de la película. Estos cambios lograron que el público se sintiera desconcertado al verla.
El New York Times fue uno de los primeros en mostrar el lado perturbador de la película, describiendo a Chip como un personaje que pasó de ser “tonto encantador” a uno complejo, con características propias de un thriller psicológico. Después de este proyecto, Stiller enfrentó un período de incertidumbre en su carrera como director. A pesar de haber tenido éxitos con comedias como Zoolander y Tropic Thunder, la producción de Un loco a domicilio dejó una marca que tardó en superar. La película también reflejó la mediática de los años 90, en particular los escándalos judiciales de los hermanos Menéndez, quienes asesinaron a sus padres.
