
Esta semana, Apple anunció que su iPhone SE de primera generación ha sido declarado obsoleto, marcando el final de su ciclo de vida. El dispositivo, que fue lanzado en 2016, dejó de estar disponible para la venta en 2018, y su sucesor, el iPhone SE de segunda generación, no llegó al mercado hasta 2020. Con esta declaración, se cumple el ciclo de siete años que la compañía establece para considerar un producto como obsoleto.
La política de Apple establece que un producto se considera obsoleto una vez que han pasado siete años desde que la empresa detuvo su distribución. Esto implica que Apple interrumpe todos los servicios de hardware para estos dispositivos, lo que significa que los proveedores de servicios ya no pueden solicitar piezas de repuesto. En palabras de la compañía, “interrumpimos todos los servicios de hardware para productos obsoletos y los proveedores de servicios no pueden solicitar piezas”.
Además, Apple aclara que los productos se consideran descontinuados si han pasado cinco años, pero menos de siete, desde que dejaron de ser distribuidos. En este contexto, el iPhone SE se suma a una lista de modelos que han sido declarados obsoletos, que incluye dispositivos como el iPhone 3G, iPhone 4, iPhone 5, y otros modelos más recientes como el iPhone 6s y el iPhone 7.
La lista de modelos obsoletos ahora incluye al iPhone SE, que se une a otros dispositivos como el iPhone 3G (China continental), iPhone 4, iPhone 5C, y iPhone 6s Plus, entre otros. Por otro lado, los modelos descontinuados abarcan el iPhone 4 (8 GB), iPhone 5, iPhone 6s (16 GB, 64 GB, 128 GB), iPhone 7, y iPhone 8 (64 GB, 128 GB, 256 GB), entre otros.
Esta decisión de Apple refleja su política de soporte y mantenimiento de productos, que busca garantizar que los dispositivos más antiguos no reciban soporte técnico ni piezas de repuesto, lo que puede afectar a los usuarios que aún utilizan estos modelos.