El nuevo examen de Papanicolaou permite a las mujeres tomar muestras por sí mismas, ofreciendo una opción más cómoda y menos dolorosa para detectar el cáncer cervical.
El Papanicolaou, también conocido como citología cervical, es un examen ginecológico diseñado para raspar células de la parte superior del interior de la vagina con el objetivo de detectar el cáncer de cuello uterino. Se recomienda que las mujeres se sometan a este procedimiento a partir de los 25 años, según las indicaciones médicas. Sin embargo, muchas pacientes encuentran el examen incómodo e incluso doloroso.
Recientemente, en Estados Unidos se comenzará a implementar un nuevo método que promete ser más amigable, con la posibilidad de que en el futuro se realice en la comodidad del hogar. El procedimiento tradicional implica que la paciente se coloque en una posición específica, utilizando estribos, mientras un espéculo se introduce para separar las paredes vaginales. Posteriormente, se utiliza un cepillo metálico para raspar la superficie del cuello uterino y obtener la muestra necesaria, tal como lo describe el Instituto Nacional de Cáncer.
Las células obtenidas se examinan al microscopio para identificar la presencia de cáncer de cuello uterino o cambios celulares que podrían derivar en cáncer. Además, una prueba de Papanicolaou puede detectar otras condiciones, como infecciones o inflamaciones. Este examen a menudo se realiza simultáneamente con un examen pélvico o pruebas para detectar ciertos tipos de virus del papiloma humano (VPH), según el mismo organismo.
A pesar de que muchas mujeres experimentan dolor agudo durante este procedimiento, la incomodidad puede llevar a problemas en otros aspectos. Karen Knudsen, directora ejecutiva de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, comentó al New York Times que algunas mujeres evitan hacerse el examen debido a sentimientos de miedo, vergüenza o traumas sexuales, afirmando que “muchas personas experimentan angustia”.
El nuevo método de examen Papanicolaou permitirá a las pacientes tomar la muestra por sí mismas. Según informes, varios consultorios médicos en Estados Unidos están preparándose para implementar esta prueba, que solo requerirá un hisopo, similar a los utilizados para las pruebas de Covid-19. En este procedimiento de automuestreo, la paciente podrá introducir el hisopo en la vagina para obtener la muestra, sin necesidad de hacerlo de manera profunda. Este avance fue posible gracias a investigaciones enfocadas en mejorar la detección del VPH.
Los expertos han desarrollado una técnica que permite detectar el virus del papiloma humano utilizando muestras de las paredes vaginales, en lugar de obtenerlas del cuello uterino, donde el procedimiento puede resultar más doloroso e incómodo. Esta misma técnica se ha ampliado para el nuevo método de Papanicolaou.
Una vez que se toma la muestra, esta se envía a un laboratorio para su análisis. Otros países, como Australia, Dinamarca, los Países Bajos y Suecia, ya han implementado el automuestreo en los últimos años. Según el New York Times, en Estados Unidos, empresas farmacéuticas como Roche y BD (Becton, Dickinson and Company) están produciendo esta nueva prueba, con la aspiración de mejorarla para que en el futuro se pueda realizar en casa y luego enviar la muestra a un laboratorio, similar a lo que se ha hecho en países que han avanzado en esta técnica.
Los kits para el automuestreo comenzarán a estar disponibles en consultorios a partir de septiembre, y se espera que la FDA apruebe la toma de muestras en el hogar el próximo año. Además, se ha informado que estos kits serán gratuitos en consultorios financiados por el gobierno federal para mujeres que no cuenten con seguro médico, con el objetivo de alcanzar a aquellas que no se realizan la prueba.


