El clean look, un estilo de peinado recogido que utiliza gel y ha ganado gran popularidad en plataformas de redes sociales como TikTok e Instagram, se ha convertido en una elección habitual entre muchas jóvenes. Este estilo se caracteriza por su acabado pulido y la utilización frecuente de productos de fijación, lo que ha despertado la inquietud de especialistas en dermatología, quienes alertan sobre el riesgo de alopecia por tracción asociada a la aplicación constante y excesivamente tirante de estos peinados, según informó EFE Salud.
La expansión de esta tendencia se compone de peinados muy pulidos, que pueden incluir cabello completamente recogido o semirrecogido, fijado con productos capilares. Este estilo es especialmente popular entre adolescentes y jóvenes, aunque también es adoptado por niñas que practican gimnasia rítmica y por personas cuyos trabajos requieren recogidos, como en el sector de la restauración. La dermatóloga Gloria Garnacho, miembro del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) y de la Academia Española de Venereología (AEDV), explicó que atiende semanalmente casos de consulta de todos estos grupos.
Desde el punto de vista médico, la alopecia por tracción se produce cuando la tensión permanente provoca la separación del folículo piloso de su vaina. La especialista detalló que este diagnóstico se puede realizar fácilmente mediante una exploración clínica y dermatoscopia, al observar las vainas perifoliculares. Garnacho señaló que “esta excesiva tensión es normalmente autolimitada” y puede revertirse si se suspende la tracción. Sin embargo, advirtió que si la tracción es prolongada, puede derivar en inflamación crónica y destrucción cicatricial irreversible.
Muchas jóvenes optan por este estilo no solo por razones estéticas, sino también por comodidad, ya que aquellas con cabello largo desean evitar molestias. Además, el clean look se ha popularizado como una solución exprés para disimular el cabello graso ante la falta de tiempo para lavarlo. Garnacho comparó este truco con el uso de champú seco, que es útil en circunstancias puntuales para resolver emergencias. Sin embargo, prolongar el tiempo entre lavados puede alterar el cuero cabelludo, irritar la microbiota y provocar caída del cabello, así como molestias como lesiones de acné y pústulas por foliculitis. Por esta razón, recomendó que, si se recurre a este método, se proceda a lavar el cabello al día siguiente o, como máximo, a los dos días.
Respecto a la eliminación de productos de fijación, la dermatóloga aclaró que el problema principal reside en el uso continuado de productos como gomina y laca, que recubren el tallo del cabello pero afectan directamente al folículo, que se encuentra a unos 4 milímetros bajo el cuero cabelludo. No obstante, si se retiran correctamente, pueden llegar a afectar menos. Se aconseja emplear un champú adecuado, preferiblemente sin sulfatos, y masajear bien para eliminar completamente los residuos fijadores.
Para el GEDET, se aconseja, en la medida de lo posible, repartir la presión en distintas zonas al usar pinzas o ganchillos, y limitar la frecuencia con la que se lleva el cabello recogido. Se sugiere alternar días en los que se lleve el cabello suelto o en una coleta floja. Garnacho insistió en la importancia de cuidar el cabello después de su uso. Si se observa una mayor pérdida de densidad, recomendó acudir a un dermatólogo para recibir una valoración adecuada. Según expuso, los tratamientos indicados pueden incluir corticoides antiinflamatorios y minoxidil, con el propósito de reducir y acelerar la recuperación de la densidad capilar en la menor medida posible.


