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Cambio climático adelanta actividad de mosquitos en Argentina y eleva riesgo de dengue

Cambio climático: nuevos patrones en mosquitos del dengue en Argentina.
Cambio climático: nuevos patrones en mosquitos del dengue en Argentina.

La actividad del mosquito Aedes aegypti, conocido por ser un vector de transmisión del virus del dengue y otros patógenos, ha mostrado un comportamiento inusual en Argentina. Investigaciones recientes han revelado que las poblaciones de este mosquito se encontraban activas en todas sus etapas de desarrollo desde octubre, lo que podría anticipar brotes epidémicos en los próximos meses. Este fenómeno ha sido documentado por científicos de diversas instituciones públicas argentinas y una universidad de Estados Unidos, quienes han encontrado al mosquito en su ciclo vital (huevo, larva, pupa y adulto) dentro de los hogares de la ciudad de Córdoba. Este hallazgo se produjo en un contexto donde históricamente la actividad de estos mosquitos comenzaba a finales de octubre o principios de noviembre. Los investigadores advirtieron que esta presencia temprana del mosquito “eleva el riesgo de un inicio anticipado de casos y un aumento significativo de enfermedades arbovirales en el próximo verano”, según se detalla en un artículo publicado en la revista The Lancet Regional Health Américas. Los autores del estudio incluyen a Elizabet Estallo, Francisco Ludueña-Almeida, Magali Madelón de la Universidad Nacional de Córdoba, el Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas, y María Soledad López del Centro de Estudios de Variabilidad y Cambio Climático del Litoral. También colaboraron Federico Layún de la dirección de epidemiología de la Municipalidad y Michael Robert de Virginia Tech, especializado en patógenos emergentes y zoonóticos transmitidos por artrópodos.

El ciclo de vida del mosquito Aedes aegypti comprende cuatro etapas: huevo, larva, pupa y adulto. Las hembras depositan sus huevos en recipientes con agua, que suelen tener bordes lisos, como floreros, macetas, cubiertas de goma y platitos que se encuentran debajo de las macetas. Después de un periodo de 8 a 10 días, los huevos se convierten en larvas, que permanecen en esta etapa durante aproximadamente dos días antes de transformarse en pupas y finalmente en adultos. Una vez que los mosquitos alcanzan la etapa adulta, pueden picar a personas que ya están infectadas, propagando así el patógeno.

Desde 1997, se han detectado casos de dengue en la provincia de Salta, y la enfermedad se ha propagado hacia jurisdicciones del sur del país. En los últimos 27 años, se han producido cinco epidemias nacionales, siendo la más reciente (2023-2024) la más grave, con un total de 419 muertes por dengue. De este total, 409 fallecimientos ocurrieron entre enero y julio, marcando un récord histórico de mortalidad para una temporada. Según el último boletín del Ministerio de Salud de la Nación, se han notificado casos autóctonos en varias jurisdicciones, aunque la circulación del virus había disminuido durante el invierno. Sin embargo, se considera que estos casos son aislados, tal como informó Infobae.

Además, hay provincias como Chaco y Formosa que también han reportado casos autóctonos. En estas regiones, la transmisión no se ha detenido durante el invierno, lo que se relaciona con el cambio climático y el avance de la quema de combustibles fósiles, como carbón, petróleo y gas. Este fenómeno altera la composición de la atmósfera, impactando en la frecuencia e intensidad de las olas de calor y aumentando la incidencia de enfermedades. Los científicos han señalado que este trabajo está impulsando la expansión de las poblaciones de mosquitos hacia latitudes más al sur de Sudamérica, donde anteriormente las bajas temperaturas actuaban como una barrera natural.

Los investigadores advirtieron que la aceleración del calentamiento global podría empujar a las enfermedades transmitidas por mosquitos a regiones que anteriormente estaban alejadas de los trópicos. Además del dengue, el Aedes aegypti también es responsable de la transmisión de otros virus como el Zika, la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y el virus Mayaro. En este contexto, se han registrado anomalías climáticas inusualmente altas en provincias como Formosa y Chaco, lo que ha contribuido a la ininterrumpida transmisión del dengue en 2024. Este ha sido el segundo año consecutivo en que se ha observado esta situación, sugiriendo que las condiciones climáticas alteradas están detrás de los graves brotes observados en los veranos recientes, que favorecen la supervivencia de los mosquitos y su capacidad para reproducirse rápidamente y transmitir arbovirus de manera eficiente.

La doctora Estallo enfatizó la importancia de tener en cuenta las limitaciones en la eliminación de criaderos de mosquitos en las ciudades y áreas suburbanas, ya que esto podría llevar a que se repitan brotes en los próximos meses en el país. Consultado sobre la situación, Aníbal Carbajo, biólogo e investigador en ecología y control de mosquitos en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), comentó que si se han registrado casos en Córdoba y Buenos Aires, se puede esperar que se produzca una epidemia considerable. Por su parte, Victoria Micieli, directora del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE) en La Plata, consideró que si se están detectando mosquitos en la zona templada del país, esto es algo que antes ocurría principalmente en el norte. Para abordar el problema del dengue en Argentina, se propuso adoptar un enfoque integral que incluya el monitoreo y la vigilancia climática, epidemiológica y vectorial, así como la participación activa de la ciudadanía y la cooperación transdisciplinaria.

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