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Creciente preocupación por el impacto de la tecnología en la salud mental de los adolescentes

Exploramos el impacto de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes.
Exploramos el impacto de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes.

El uso de redes sociales y dispositivos electrónicos entre los adolescentes ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, lo que ha llevado a un renovado debate sobre el impacto de la tecnología en la salud mental de los jóvenes. La serie *Adolescencia* ha resurgido en la opinión pública global, planteando la pregunta sobre si la exposición excesiva a las pantallas es un factor principal detrás del aumento de trastornos psicológicos como la depresión, la ansiedad y el suicidio en adolescentes. Consultada por Infobae, la médica psiquiatra experta en adicciones Geraldine Peronace (MN 110.541) destacó que, como tiene la oportunidad de alzar su voz en los medios, el impacto negativo de la tecnología es cada vez más evidente. Sus declaraciones coinciden con varios estudios y teorías que apuntan a un vínculo directo entre el uso excesivo de dispositivos y el aumento de problemas de salud mental, especialmente cuando no hay una supervisión adecuada.

El aumento de enfermedades mentales en adolescentes

La prevalencia de enfermedades mentales entre los adolescentes ha sido evidente en las últimas décadas. En Estados Unidos, la tasa de depresión aumentó de 5.4 a 7 por cada 100,000 entre 2010 y 2015, y la prevalencia de síntomas de depresión pasó del 16% al 21% en el mismo período. El psicólogo Jonathan Haidt, autor de *Generación Ansiosa* (2024), atribuye este aumento a la adopción generalizada de smartphones y redes sociales. Según Haidt, la introducción de estas tecnologías ha reemplazado las interacciones cara a cara y las actividades recreativas al aire libre, que son fundamentales para el desarrollo emocional de los jóvenes. “Esta gran reestructuración de la infancia es la razón de la oleada de problemas en la adolescencia que comenzó a principios de la década de 2010”, afirmó el experto.

Impacto de la tecnología en la salud mental

Por su parte, Peronace también señala que el uso desmedido de la tecnología está afectando profundamente a los adolescentes. En una conversación sobre el tema, alertó sobre el creciente número de jóvenes que requieren atención psiquiátrica, atribuyendo parte de esta situación al tiempo que pasan frente a las pantallas. “La tecnología se ha convertido en un entorno peligroso”, afirmó, subrayando la importancia de la protección familiar y social ante los peligros que representan. “El mundo virtual no es el mundo real”, enfatizó, haciendo referencia a cómo los jóvenes están expuestos no solo a contenido perjudicial como la violencia y la pornografía, sino que también pueden sufrir graves consecuencias emocionales debido al contacto con este tipo de material.

La mayoría de los padres, según Peronace, no son conscientes de los riesgos reales que conlleva dejar a sus hijos navegar por internet sin restricciones. “Nadie mira lo que los chicos miran”, afirmó, alertando sobre la falta de conciencia respecto a los peligros que enfrentan los jóvenes en línea. La especialista enfatiza que no solo se debe considerar la cantidad de tiempo que los adolescentes pasan frente a las pantallas, sino también la calidad del contenido que consumen. Además, las largas horas de interacción con extraños, incluyendo el grooming (acoso sexual en línea), representan amenazas peligrosas en la actualidad.

La necesidad de educación y supervisión

La directora del Departamento Infanto Juvenil de Ineco, Andrea Abadi (MN 76.165), había destacado que el exceso de conectividad digital genera un desequilibrio constante que interfiere con el desarrollo de habilidades saludables, ya que los jóvenes están aprendiendo a manejar la frustración de manera adecuada. Abadi remarcó que los adolescentes necesitan aprender a gestionar sus emociones y no depender de la validación inmediata que ofrecen las redes sociales. Peronace hizo hincapié en el papel fundamental que deben desempeñar los padres, quienes deben estar involucrados en la vida de sus hijos. “La comunicación es una de las principales razones por las que los jóvenes caen en patrones de comportamiento problemáticos”, comentó.

Es importante que los padres no piensen que sus hijos están seguros porque están en casa. El problema radica en que, aunque físicamente presentes, pueden estar emocionalmente aislados en sus habitaciones, rodeados de dispositivos electrónicos. La especialista recalca que los padres deben ser figuras de autoridad y guías activas que ofrezcan el apoyo necesario para establecer relaciones saludables en línea.

La pediatra y presidenta de la Subcomisión de Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Silvina Pedrouzo (MN 86.397), reforzó la idea de que los padres deben involucrarse activamente en el manejo de la tecnología. “Los adolescentes aún no tienen la madurez suficiente para tomar decisiones saludables respecto a la tecnología”, agregó. El acompañamiento debe ser constante, y el control en la búsqueda de información es fundamental.

Un aspecto clave de las intervenciones a lo largo del día es que se vinculan la autoestima directamente con los “likes” y las visualizaciones de las publicaciones. Este fenómeno ocurre principalmente en plataformas como Instagram y TikTok, donde la presión social puede afectar gravemente la aceptación personal, siendo señalada como un desencadenante de ansiedad. “Los likes y comentarios públicos se han convertido en un marcador del valor personal, lo que afecta negativamente a los jóvenes”, explicó Peronace. Este ciclo contribuye a comportamientos de bullying, ya que los adolescentes buscan diferenciarse y encajar en un entorno competitivo y tóxico.

Estrategias para mitigar los efectos negativos

A pesar de los peligros, existen estrategias eficaces que pueden ayudar a reducir el impacto negativo de la tecnología en los adolescentes. Las recomendaciones incluyen establecer límites claros en el tiempo de pantalla, fomentar actividades fuera de línea, mantener una comunicación constante y supervisar el contenido digital que consumen. Los especialistas insisten en que la tecnología, aunque es una realidad, no debe ser subestimada. Es fundamental que los padres adopten un rol proactivo, educando y guiando a sus hijos en su relación con la tecnología para asegurar su bienestar psicológico.

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