El 19 de septiembre de 2015, la televisión hispana se despidió de uno de sus programas más icónicos: Sábado Gigante, conducido por Don Francisco, quien durante más de cinco décadas se convirtió en un rostro familiar para millones de latinoamericanos.
El año 2015 comenzó como otro periodo lleno de compromisos para Don Francisco. Fue invitado por la entonces primera dama Michelle Obama para conocer un programa de educación dirigido a inmigrantes, participó en encuentros académicos y recibió una invitación del Papa Francisco para moderar un congreso en el Vaticano. Sin embargo, había algo que lo inquietaba: no había realizado su tradicional cábala de Año Nuevo, en la que escribía sus metas y las guardaba en la misma billetera que utilizaba desde los años 50. Este mal presagio, según sus propias palabras, lo acompañó durante varios meses. Lo que no podía imaginar era que ese mismo año, su contrato con Univisión, la cadena que emitía Sábado Gigante desde finales de los años 80, llegaría a su fin sin ceremonias ni oportunidades de renovación.
El 17 de febrero de 2015, Mario Kreutzberger fue convocado a la oficina de Alberto Ciurana, quien en ese momento era el nuevo directivo de Univisión. A pesar de que años atrás había llegado a un acuerdo verbal con César Conde, el anterior presidente del canal, para que el programa continuara con otros animadores, ese acuerdo no estaba formalizado en ningún contrato oficial. La frase que marcó el final fue: “La empresa ha decidido terminar con Sábado Gigante”. Don Francisco intentó mantenerse firme, aunque confesó: “Sentí como si me golpearan la cabeza y el alma”, según relata en su libro Mario Kreutzberger: con ganas de vivir.
Tras recibir la noticia, condujo sin rumbo por las calles de Miami, en un estado de shock. “Conducía como un zombi”, recuerda, reviviendo cada etapa del programa: su origen en Canal 13 en 1962, el salto a la televisión internacional y los años de gloria con Univisión. Buscó apoyo en sus contactos, intentando hablar con Emilio Azcárraga, el poderoso accionista de Televisa y socio de Univisión, quien le respondió fríamente: “En este caso, no puedo hacer nada”. La decepción fue profunda, y Don Francisco pensó con rabia contenida: “Cómo no vai a poder hacer nada, weón, si vos soi el dueño de esta weá”.
Aún con esperanzas, recurrió a su abogado César Álvarez para conseguir una reunión con Randy Falco, presidente y CEO de Univisión. Aunque tenía la intención de reclamar por todos los maltratos que sentía haber recibido, decidió seguir un consejo clave: pedir tiempo para una despedida adecuada. La reunión fue breve, pero inesperadamente positiva. Falco lo recibió con un “Please, come in” y le comunicó: “El programa no terminará en mayo, sino el 19 de septiembre”. Don Francisco confesó: “Sentí que revivía”. Finalmente, tendría la oportunidad de despedirse del público que lo acompañó durante décadas.
El último episodio de Sábado Gigante se transmitió el 19 de septiembre de 2015, no solo en Estados Unidos, sino también en Chile y otros países. Fue un cierre lleno de emociones, recuerdos y agradecimientos. Gloria Benavides, compañera de elenco durante décadas, recuerda ese día como uno de los más difíciles: “Don Francisco nos pidió que nadie llorara, pero cuando salimos a la alfombra roja y vimos al público llorando desconsoladamente, fue imposible no emocionarse”.


