La relación entre Rosario Bravo y Daniel Fuenzalida, quienes fueron amigos y coanfitriones del podcast “Cómo están los weones”, ha tomado un giro polémico debido a una disputa financiera que ha salido a la luz. Durante el programa Primer Plano, emitido el 31 de agosto, Rosario Bravo hizo declaraciones sobre una supuesta deuda que Daniel Fuenzalida tendría con ella, elevando el monto de 50 millones de pesos a 65 millones de pesos, lo que contradice la afirmación de Fuenzalida de que se trataba de una simple “cuadratura de plata”.
Rosario Bravo expresó su descontento con las palabras de Fuenzalida, afirmando que “65 millones no son una cuadratura. No pensé que era tanto, otra desilusión más. Es plata que yo me gané, es plata que yo trabajé, es plata que me corresponde, pero fuera de eso me da pena que haya sido así como la traición de esta amistad”.
La enfermera explicó que llegó a la cifra de 65 millones tras revisar un documento en formato Excel que le envió Fuenzalida, el cual inicialmente indicaba un monto de 50 millones. Bravo comentó: “Me mandó un excel con un monto, que primero eran 50 millones. Faltaban cosas (…) subió a 65, por ahí… millones… El abogado dice que no puede hacer una cuadratura en torno a un excel, que él necesita la carpeta tributaria y su gente respondió que no, no iban a mandar la carpeta tributaria”.
La disputa se centra en los ingresos generados por el podcast, que se estima recaudaba cerca de 15 millones de pesos mensuales a través de auspiciadores, dinero que debería ser repartido equitativamente entre ambos. Rosario Bravo añadió: “Si él no me está pagando debe ser porque hay facturas que se demoran en pagar, pero ese monto es más que solo facturas. No sé, yo de verdad le creí que se le había olvidado, que se le pasó lo del nombre”.
Además, Bravo compartió su dolor por el final de su amistad con Fuenzalida, describiendo el impacto emocional que ha tenido en su vida. “En los últimos capítulos del podcast yo llegaba llorando a mi casa, para mí ha sido una época superdifícil estos últimos meses, fuera que se haya hecho público y todo, a mí me duele mucho esta amistad que yo sentía tan verdadera. Lo del nombre fue una cosa que yo en su minuto se lo perdoné y todo, pero después que salgan todas estas cosas, es como si todo hubiera sido mentira y eso a mí me duele mucho”, concluyó Rosario Bravo.


