Visita la exposición “Paraísos naturistas” en Marsella, donde la desnudez se combina con arte. Abierto solo una vez al mes, ¡no te lo pierdas!
Para visitar la exposición “Paraísos naturistas” en la ciudad de Marsella, ubicada en el sureste de Francia, no es necesario despojarse de la ropa, aunque sí se requiere el uso de calzado, lo que ha generado confusión entre algunos de los asistentes más experimentados en el naturismo. Este museo abre sus puertas a los nudistas una vez al mes. Un visitante, Daniel, expresó su sorpresa al enterarse de que debía calzarse para recorrer los pasillos del Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo (Mucem). Eric Stefanut, de la Federación Francesa de Naturismo (FFN), explicó que esta medida se implementó para “evitar problemas con astillas”.
La visita guiada, que tuvo lugar un martes de agosto, reunió a aproximadamente 80 curiosos. Tras la aclaración sobre el uso de calzado, los asistentes se mostraron entusiasmados por descubrir una variedad de fotografías, dibujos, libros, películas, revistas, pinturas y esculturas, así como material prestado por importantes museos como el Centro Pompidou de París, el Louvre y la Biblioteca Nacional de Suiza en Berna. Julie Guegnolle, de 38 años, quien asistió en pareo junto a su marido Matthieu, de 37 años, que estaba desnudo, comentó: “Hoy es mi cumpleaños y buscábamos algo poco excepcional. No hay muchos días en los que se puede pasear desnudo en un museo. Cuando llegamos, estábamos perdidos, fue tan extraño”.
La exposición estará disponible hasta el 9 de diciembre y también recibe a visitantes completamente vestidos en horarios distintos a los específicos para nudistas. Kieren Parker-Hall, de 28 años, y Xander Parry, de 30 años, originarios del suroeste de Inglaterra, mencionaron que decidieron visitar el museo después de verlo en Instagram. Ambos se mostraron “fascinados” por las “fotografías increíbles” de Christiane Lecocq, una pionera del naturismo en Francia, quien falleció a los 103 años y cuya obra muestra el paso del tiempo en el cuerpo humano. Kieren, que trabaja diseñando sitios web, comentó que en Inglaterra es difícil encontrar lugares donde la gente esté desnuda, ya que “hace demasiado frío”. Por su parte, Xander, un vidriero, añadió que la desnudez puede ser vista como algo extraño o vergonzoso.
Bruno Saurez, presidente de una asociación naturista local fundada en 2014, destacó que la desnudez ha sido históricamente “un elemento clave del naturismo”. La región, que se encuentra cerca de un importante puerto, cuenta con zonas de calas de gran belleza, aunque actualmente muchas de estas áreas naturales están protegidas y son de difícil acceso. A principios del siglo XX, el abad Urbain Legré, encargado de cuidar a niños enfermos de tuberculosis, propuso a los padres de estos niños que los llevaran a tomar baños de sol y realizar ejercicios al aire libre. Este movimiento se inspiró en corrientes higienistas del siglo XIX que surgieron en Suiza y Alemania. Suárez recordó que los primeros grupos naturistas en Francia, como Naturistas de Provenza en 1930 y Libres Culturistas en 1931, fueron creados por aquellos que disfrutaron de esta experiencia.
En cuanto a la clasificación internacional de destinos turísticos, la información circula de manera informal entre los aficionados al naturismo. Suárez mencionó que “estamos pisándonos los talones de España en cuanto al número de entradas a centros de vacaciones. Contamos con playas que son muy numerosas, pero no necesariamente van a ser centros naturistas”. Christelle Bouyoud, de 53 años y naturista desde hace una década, enfatizó que “cuando estás en una situación complicada, como irse a la guerra, no se busca pelear con alguien”. Este mensaje fue también transmitido por el cantante Philippe Katerine, quien, durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, presentó una actuación con un taparrabos pintado de azul y cantó la canción “Nu” (“Desnudo”), lo que provocó cierta polémica internacional.


