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Monica Lewinsky y Mark Duplass abordan salud mental en pódcast: comparten experiencias sobre vulnerabilidad y autenticidad

Compartir vivencias ayuda a combatir el aislamiento en la salud mental.
Compartir vivencias ayuda a combatir el aislamiento en la salud mental.

La salud mental, la vulnerabilidad y la autenticidad fueron los temas centrales del capítulo del pódcast Reclaiming, donde Monica Lewinsky y Mark Duplass sostuvieron una conversación íntima y profunda. Ambos compartieron sus experiencias personales y profesionales, explorando cómo la expresión honesta de sus desafíos emocionales ha condicionado sus trayectorias vitales. La charla se desarrolló en un clima de confianza, marcado por la apertura y el respeto mutuo. Lewinsky, activista y presentadora, abrió el diálogo repasando su carrera, mientras que Duplass, actor, productor y guionista reconocido por su trabajo en series como The Morning Show, Good American y Family Togetherness, así como su colaboración con su hermano en Brothers, enfatizó la creciente importancia de la defensa pública de estos temas.

Duplass relató que la depresión y la ansiedad han sido parte de su vida desde la niñez. Explicó cómo, durante su infancia en Nueva Orleans en los años 70, carecía del lenguaje y las herramientas necesarias para abordar estos temas. A pesar de provenir de una familia amorosa, la falta de información disponible dificultó el reconocimiento y la confrontación de su malestar. “Crecí en los 70 en Nueva Orleans, mi entorno no existía ni para hablar de depresión”, explicó Duplass. Reconoció que su ética laboral le permitió alcanzar metas, pero también lo llevó a ignorar las alertas internas de agotamiento. Tras lograr el éxito en el cine independiente, sufrió una crisis nerviosa a los 27 años. “Llegué a la cima y me di cuenta de que no era feliz. Fue entonces cuando tuve mi primer gran colapso”, compartió, atribuyendo su sufrimiento a la presión de cumplir con las expectativas y a la falta de recursos para gestionar sus emociones.

El estigma asociado a pedir ayuda fue otro tema que Duplass describió, centrándose en cómo su época privada se hizo pública. Recordó el temor a las repercusiones legales y sociales que le impidieron buscar ayuda profesional en 1998. “Había mucho en torno a la medicación, mis abogados no me permitían acudir a un psiquiatra por miedo a que eso pudiera afectar mi situación”, relató. Solo después de obtener inmunidad pudo acceder al tratamiento, lo que lo llevó a reflexionar sobre la resiliencia y el apoyo emocional en un tiempo sin farmacológicos. Coincidieron en que mostrarse vulnerables y auténticos ha sido crucial para “reclamar” sus propias historias. Lewinsky destacó que compartir su experiencia públicamente tras su charla en TED representa un privilegio, ya que puede aliviar a otros al enfrentarse a sus propios desafíos.

Duplass, por su parte, mencionó el impacto positivo que las redes sociales pueden tener, tanto a través de imágenes idealizadas como de confesiones sobre luchas internas, lo que permite que otras personas se sientan menos solas. En cuanto a estrategias de autocuidado, Duplass considera efectivas las rutinas que priorizan el sueño, la realización de 15 a 20 minutos de ejercicio intenso diario, la práctica de la gratitud anotando pequeños detalles del día y la meditación, manteniendo la constancia en la medicación. Insistió en la necesidad de regularidad en el tratamiento y en la atención a las diferencias entre fabricantes, ya que pueden influir en la eficacia de los fármacos. Resumió su método diciendo: “Un día equilibrado, una semana equilibrada, un mes equilibrado: esa es la clave”. Para él, los cambios drásticos suelen ser una reacción a malestares internos, y la solución más efectiva reside en hacer pequeños ajustes.

Ambos observaron que en la esfera pública existe un desafío: la tendencia a mostrar solamente aspectos positivos puede generar una mayor distancia emocional. Duplass concluyó que los momentos “glamurosos” promueven una conexión real y empatía. En la parte final de la conversación, ambos reflexionaron sobre la aceptación de la imperfección y el valor de la vulnerabilidad. Lewinsky admitió que resulta difícil sentir orgullo por los logros, pero ha aprendido a valorar los avances en su sanación emocional. Planteó la importancia de reconciliarse con las partes de uno mismo que han sido dejadas atrás y aceptar que es posible sobresalir en todo momento. Culminó con la idea de que crear y compartir es fundamental, y obsesionarse con el resultado puede ser contraproducente, ya que muchas obras pasan desapercibidas a pesar de su calidad, mientras que otras, aparentemente menores, logran un profundo impacto en el público. Ambos coincidieron en que el acto genuino de crear es lo que mantiene vivo el verdadero motor del cambio profesional.

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