La nueva investigación sobre la muerte de Ellen Greenberg, una profesora que falleció en 2011 tras recibir 20 puñaladas, ha reavivado el debate sobre las circunstancias de su deceso. Según informes de medios en Estados Unidos, se ha determinado que su muerte fue un suicidio, una conclusión que fue presentada hace 14 años, pero que la familia de la víctima no acepta.
El caso de Ellen Greenberg se remonta al 26 de enero de 2011, cuando su novio de entonces, Samuel Goldberg, encontró su cuerpo sin vida en su apartamento en Filadelfia. Inicialmente, las investigaciones se centraron en Goldberg, pero las pruebas no encontraron ADN suyo en el cuchillo que se utilizó para infligir las heridas. Goldberg describió su relación con Ellen como “tranquila y normal”. Ellen Greenberg era reconocida como una profesora excepcional en la academia Juniata Park, aunque amigos y familiares señalaron que sufría de episodios de estrés.
Recientemente, un nuevo informe de 31 páginas sobre el caso de Ellen Greenberg ha afirmado que su muerte fue un suicidio, aunque su familia se opone a esta conclusión. En respuesta a la determinación oficial, los padres de Ellen solicitaron un segundo estudio del cuerpo, ya que no confiaban en la hipótesis del suicidio. Este segundo análisis se basó en la ubicación de las heridas, que, según expertos contratados por la familia, no podrían haber sido autoinfligidas.
Al conocer los resultados de la nueva investigación, la familia de Ellen Greenberg expresó su descontento y criticó a las autoridades policiales de Filadelfia. El abogado de la familia, Joseph Podraza Jr., declaró: “Esto es un intento profundamente erróneo de justificar una conclusión predeterminada”. Además, mencionó que el informe incluye “afirmaciones falsas”, como la supuesta puñalada en la columna vertebral de Ellen durante la autopsia, una teoría que ha sido rechazada por expertos en la materia, incluido el neuropatólogo del municipio.
La familia también argumentó que se han ignorado pruebas clave que contradicen la teoría del suicidio, tales como una amplia fotogrametría 3D, una recreación que demuestra que Ellen Greenberg no pudo haberse autoinfligido todas las heridas, hematomas inexplicables, la falta de imágenes de vigilancia y una cerradura intacta, así como relatos de una relación tóxica.
En respuesta a la situación actual, la familia Greenberg ha anunciado su intención de solicitar una tercera investigación sobre el caso.


