Chad, un estereotipo masculino que refleja ideales de confianza y éxito, ha evolucionado en la cultura digital, influyendo en discursos sociales y políticos.
En el vasto y cambiante paisaje de la cultura digital, ciertos términos y memes logran trascender su origen trivial para convertirse en reflejos profundos de la sociedad. Uno de estos es “Chad”, un estereotipo que surgió en foros de internet y redes sociales, para luego expandirse a una vasta gama de contextos, que incluyen la política y la economía. El término emergió en la jerga como una forma de describir a un hombre que encarna ideales como ser alfa, confiado y exitoso. Aunque al principio fue utilizado en un contexto humorístico juvenil, su significado se amplió rápidamente, integrándose en el lenguaje cotidiano de internet. Hoy en día, la palabra se ha convertido en un símbolo de un tipo específico de masculinidad que ha penetrado en diferentes áreas, desde la cultura popular hasta el discurso político. Este fenómeno ha sido normalizado tanto en el uso de cuentas corporativas como en las institucionales, lo que demuestra cómo un término que comenzó en los márgenes ha logrado influir en la corriente principal.
El concepto de “Chad” ha evolucionado y se ha reinterpretado de múltiples formas. La dinámica del meme “virgin vs Chad” es uno de los usos más icónicos de este término. En esta representación, “virgin” muestra a un individuo tímido e inseguro, carente de experiencia en relaciones, mientras que “Chad” es retratado como el opuesto: atractivo y exudando confianza. El apodo “Chad Thundercock” está asociado a esta figura y representa a un hombre dominante, un término que circulaba en 4chan, donde se utilizaba para marcar la diferencia entre aquellos que tenían éxito en sus relaciones y aquellos que, según el estereotipo, no lo eran. Con el tiempo, este concepto ha evolucionado, y en 2019 surgió una nueva variante conocida como “Yes Chad” o “Nordic Gamer”, que promueve la aceptación de uno mismo, sin importar las críticas externas.
En la manósfera, el término “Chad” se ha convertido en un arma cultural. Más allá de la popularidad general de los memes, este concepto ha sido absorbido por un conjunto de comunidades en línea que predominan en discursos masculinistas. Estas comunidades, como detalla un suplemento de The New Yorker, son activas en plataformas como WhatsApp, YouTube, Instagram, TikTok, Facebook y X, y promueven narrativas misóginas y antifeministas, con la figura de “Chad” como central en sus relatos. Dentro de estos espacios, la representación ideal de “Chad” es venerada y muchos aspirantes buscan imitarla. Además, se establece una contraposición con “virgin” y “beta male”, figuras que forman parte de la narrativa de la manósfera y que se asocian con el éxito en el mundo sexual.
El auge de este fenómeno ha coincidido con el crecimiento de movimientos ultraconservadores y de ultraderecha, amplificando la influencia de estas ideas entre los jóvenes. A través de imágenes que se distribuyen ampliamente, la terminología ha trascendido de ser una simple broma en el dominio del entorno digital. Un fenómeno que ha llevado este concepto a un nuevo nivel es el de “Gigachad”, que describe a un individuo con un físico tan exageradamente imponente que casi parece irreal, con músculos definidos, mandíbula amplia y simetría facial perfecta. “Gigachad” se presenta como una parodia de la obsesión por la perfección física y la hipermasculinidad. A pesar de su tono satírico, este concepto resuena con una audiencia que refleja tanto admiración por estos ideales como una crítica a los estándares inalcanzables que representan.
Además, “Gigachad” ha encontrado un lugar en la comunidad de criptomonedas, donde se utiliza para describir a individuos notables en el mercado financiero. Aquellos operadores que destacan en la compra y venta de criptomonedas de alto riesgo, conocidas como “shitcoins”, han adoptado este término. En este contexto, “Gigachad” ha dejado de ser exclusivamente masculino y ahora se aplica a cualquier persona que demuestre éxito en este campo. Un ejemplo de esta permeabilidad en el ámbito financiero se dio cuando Elon Musk se refirió a Michael Saylor, CEO de MicroStrategy y destacado inversor en Bitcoin, como “GigaChad” en la plataforma X.


