La relación entre Benjamín Vicuña y su expareja, María Eugenia ‘China’ Suárez, ha llegado a un punto crítico, donde actualmente no mantienen comunicación, a pesar de compartir la responsabilidad de dos hijos: Magnolia y Amancio. Esta situación se ha deteriorado notablemente desde que la actriz comenzó una relación con el futbolista Mauro Icardi y se trasladó a Turquía para acompañarlo durante su etapa en el Galatasaray. Recientemente, se ha informado que la escolarización de sus hijos en una institución turca se realizó sin el consentimiento de Vicuña.
Los problemas entre Vicuña y Suárez se intensificaron cuando la actriz tomó decisiones relacionadas con la educación de sus hijos sin consultar a su expareja. Según informes, Vicuña está considerando la posibilidad de solicitar una restitución internacional a la justicia para asegurar que sus hijos regresen a su lugar de residencia habitual, que es Argentina, y así proteger sus derechos como padre.
En una entrevista con el programa LAM, Vicuña expresó su preocupación por la situación, afirmando: ‘Es algo que yo traté de preguntarle al abogado, es todo muy surrealista. No tuvimos respuesta, no tuvimos notificación. Efectivamente, cambiaron la rutina de los chicos.’
El actor chileno también mencionó que se ha complicado la comunicación con sus hijos, indicando: ‘Yo lo llamo todos los días a las 7 de la mañana. Se empezó a complicar cada vez más. Se cambió la rutina por algo. No soy tonto, me di cuenta, pero mis hijos quedaron en un lugar incómodo, yo tampoco les voy a sacar mentira por verdad ni mucho menos.’
Para evitar causar estrés a los niños, Vicuña solicitó a su abogado que se pusiera en contacto con el abogado de Suárez, pero no recibió respuesta durante más de una semana. En sus declaraciones, Vicuña subrayó que la situación es muy desagradable y que le genera desesperación la falta de fluidez en su vínculo con sus hijos, afirmando: ‘Sí, claro que sí.’ Además, destacó que la paternidad es el aspecto de su vida en el que más le duele ser atacado.


