El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, ha expresado su valoración positiva sobre la decisión de Estados Unidos de retirar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo. Según el canciller, esta acción representa un hito significativo que hace justicia y envía una clara señal al mundo. Van Klaveren enfatizó que este anuncio es crucial para las relaciones internacionales y para aquellos que defienden los derechos humanos en la isla. En sus palabras, “Avanzar en eliminar sanciones contribuirá a mejorar la calidad de vida y el cumplimiento de los DD.HH. en dicho país”.
Detalles de la decisión de EE.UU.
La decisión de Washington se produce en el contexto de un acuerdo que también incluiría la liberación de presos políticos en Cuba. Tras el anuncio, el Ministerio de Exteriores cubano comunicó que se liberarían 553 reclusos, aunque no se proporcionaron detalles sobre sus identidades ni la fecha exacta de la medida.
La administración del presidente Joe Biden justificó este cambio de política al señalar que Cuba “no ha aportado apoyo alguno al terrorismo internacional en los seis meses precedentes” y que ha garantizado que no lo hará en el futuro. Esta medida revierte una decisión tomada en 2021 por el expresidente Donald Trump.
Historia de Cuba en la lista de terrorismo
Cuba estuvo en la lista de patrocinadores del terrorismo desde 1982 hasta 2015, cuando la administración de Barack Obama decidió retirarla. Sin embargo, Trump volvió a incluir a la isla en esta lista, argumentando su negativa a extraditar a miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia y su supuesto apoyo al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
Reacciones en Cuba
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, calificó la decisión de EE.UU. como un paso en “la dirección correcta”, aunque subrayó que el impacto de esta medida será limitado. Además, la retirada de Cuba de la lista podría facilitar transacciones internacionales y mejorar el acceso de la isla a mercados y financiamiento global, lo cual es considerado esencial por los defensores del levantamiento de sanciones para aliviar la crisis de escasez que enfrenta la población cubana.
Acuerdo y mediación
El acuerdo entre Washington y La Habana habría contado con la mediación de varios actores, incluida la Iglesia Católica, y busca garantizar la liberación de un número significativo de presos políticos. Entre estos se encuentran manifestantes que fueron encarcelados durante las protestas históricas de julio de 2021, las más grandes en seis décadas.
Un alto funcionario estadounidense indicó que algunos de los presos serían liberados antes del final de la administración de Biden, que está programado para el 20 de enero. El pacto también incluye la rescisión de un memorando de 2017 que prohíbe las transacciones financieras con entidades controladas por las fuerzas militares y de inteligencia cubanas.
