Un mes después del asesinato de Eduardo Cruz-Coke y sus dos hijos adolescentes, su hermana, Trinidad Cruz-Coke, ha ofrecido sus primeras declaraciones sobre el trágico suceso.
La conmoción que generó este triple homicidio en la sociedad chilena sigue latente, y Trinidad, quien está imputada en la causa, fue vista regresando a la vivienda en La Reina, donde ocurrió el crimen. En un encuentro con el programa matutino Contigo en la mañana de Chilevisión, Trinidad fue abordada mientras paseaba a su perro antes de ingresar a su hogar en la calle La Cañada.
Al ser consultada sobre cómo ha enfrentado la situación, Trinidad Cruz-Coke expresó: “Me he sentido mal”, y añadió de manera contundente: “Ya es suficiente (…) no me preguntes tonteras”. A pesar de la tragedia, ella ha continuado con su vida cotidiana y ha regresado al lugar donde se produjo el crimen, según reportes del matinal.
En un giro adicional a la situación familiar, esta semana la Corte de Apelaciones de Santiago decidió que el cuerpo de Eduardo no será entregado a Trinidad, a pesar de su solicitud. Esta resolución ha generado un nuevo conflicto familiar, ya que el tribunal declaró la nulidad del recurso presentado por el hijo de la víctima, quien intentaba impedir que su tía retirara los restos. La corte aclaró que la decisión final sobre la entrega del cuerpo corresponde exclusivamente al Ministerio Público.


