El ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, ha anunciado que Rusia enfrentará nuevas sanciones internacionales relacionadas con su petróleo, con el objetivo de presionar a Moscú para que participe en negociaciones de paz en Ucrania. Estas sanciones, que serán las decimosextas desde el inicio del conflicto, comenzarán a aplicarse el próximo lunes y se centrarán en los recursos energéticos que Rusia utiliza para financiar su esfuerzo bélico.
Barrot ha declarado en una entrevista con la emisora France Info que “vamos a seguir endureciendo el costo de la guerra para Vladímir Putin“. Las nuevas medidas se enfocarán en sancionar a las empresas y propietarios de barcos que continúan vendiendo petróleo ruso por encima del límite de precio establecido.
El ministro ha subrayado que Rusia obtiene aproximadamente 100.000 millones de euros anuales por la venta de petróleo, mientras que el costo de la guerra en Ucrania asciende a 140.000 millones. Barrot ha enfatizado que “es muy difícil de imaginar que Vladímir Putin se siente de buena fe en la mesa de negociaciones sin que se le inflija una presión colosal”.
Además, el ministro francés ha expresado su desconfianza hacia las acciones de la Administración de Donald Trump y ha mencionado la reunión en Riad entre los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, y Rusia, Serguéi Lavrov.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió el lunes en París con líderes de otros siete países europeos para enviar un “mensaje unitario” sobre la necesidad de ejercer presión para lograr la paz. Barrot ha indicado que este mensaje fue previamente discutido en una conversación telefónica entre Macron y Trump, donde se intercambiaron posiciones sobre la situación.
El ministro ha señalado que habrá más reuniones en los próximos días, con el objetivo de incluir a todos los países europeos afectados por el conflicto.


