La controversia sobre el futuro de la pileta de aguas danzantes en Puerto Montt, región de Los Lagos, ha generado opiniones encontradas entre las uniones comunales de vecinos. La Contraloría ha cuestionado la validez del documento presentado por el alcalde, Rodrigo Wainraihgt, que justifica la demolición de la estructura, argumentando que no se siguieron los procedimientos de compras públicas necesarios.
Un estudio reciente sugiere que la reparación y mantenimiento de la pileta tendría un costo aproximado de mil millones de pesos. Ante esta situación, el concejal socialista Sebastián Almonacid solicitó a la Contraloría que revisara el documento, afirmando que el futuro de la pileta debería ser decidido mediante una votación popular.
Por su parte, el alcalde Rodrigo Wainraihgt ha manifestado su intención de demoler la pileta, indicando que posteriormente se someterá a votación el diseño de la nueva plaza que se planea construir en su lugar. En un intento por entender las posturas de la comunidad, La Radio consultó a representantes de las juntas de vecinos de Puerto Montt, quienes expresaron opiniones divergentes sobre el destino de la pileta.
La presidenta de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Urbanas y Rurales de Puerto Montt, Sara Marchant, aboga por que el futuro de la pileta sea decidido a través de una votación. En contraste, el presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos “Reloncaví”, Raúl Aburto, sostiene que la demolición de la pileta es la opción correcta, sugiriendo que después se debería votar sobre la nueva plaza a construir.
El alcalde Wainraihgt no ha proporcionado detalles adicionales sobre los sumarios relacionados con la situación, pero ha afirmado que, por el momento, no se ha licitado la demolición de la pileta, asegurando que cualquier acción se llevará a cabo conforme a la normativa vigente.


