Un correo electrónico amenazante atribuido a la organización Red 764 ha generado preocupación en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), que se suma a otras instituciones educativas que han recibido mensajes similares. La amenaza, enviada por un individuo que se identificó como “Asmodeus”, contenía advertencias sobre un posible ataque armado y la intención de causar una masacre en el campus universitario.
El mensaje, que fue recibido por la PUCV, indicaba que el remitente planeaba utilizar armas y explosivos caseros para llevar a cabo su ataque, mencionando específicamente su deseo de “volar en pedazos el Hospital del Salvador”. En el correo, el autor expresó haber sido víctima de bullying y malos tratos, lo que le generó un profundo odio hacia la sociedad. “Abracé mi lado oscuro e hice un pacto de sangre con Satanás, el cual me llevó a unirme a la red 764 después de radicalizarme en el satanismo y neonazismo”, afirmó el remitente, quien también declaró que su objetivo era “matar a tanta gente como sea posible como una ofrenda al diablo y luego me suicidaré”.
La rectoría de la PUCV ha confirmado que este mensaje es una versión editada de correos que han sido enviados a diversas universidades en Latinoamérica y España en los últimos meses. Según la universidad, al menos seis instituciones han reportado amenazas similares durante 2025. La Red 764 ha sido calificada como un grupo terrorista por el FBI, que ha advertido sobre su naturaleza violenta y su modus operandi, que incluye la coacción de adolescentes a través de plataformas en línea para que participen en comportamientos sexuales y violentos.
El grupo fue fundado en 2020 por Bradley Cadenhead, un adolescente estadounidense que actualmente cumple una condena de 80 años en Texas por múltiples cargos relacionados con pornografía infantil. La Red 764 ha mostrado actividad no solo en Estados Unidos, sino también en países como Argentina, donde universidades como la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Universidad Católica Argentina han recibido cartas similares. También se han reportado amenazas en la Universidad de la República en Uruguay, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en España, y otras instituciones en Costa Rica.
La situación ha llevado a las autoridades educativas a tomar medidas de seguridad y a colaborar con las fuerzas del orden para investigar estas amenazas y proteger a la comunidad estudiantil.


