Un hombre chileno-español, que se dedicaba a crear contenido para redes sociales en las áreas de protestas indígenas contra el Gobierno de Ecuador, fue expulsado el domingo por la noche, tras ser considerado por el Ejecutivo del presidente Daniel Noboa como “una amenaza o riesgo para la seguridad pública y la estructura del Estado”.
Bernat Lautaro Bidegain Ros, conocido en las redes sociales como Pelo Fuego, fue detenido por la Policía en la capital, Quito, antes del mediodía del domingo y posteriormente fue enviado en un avión hacia España, con una escala en Colombia.
El Gobierno de Ecuador comunicó el lunes que la deportación de Bidegain está respaldada por un artículo de la Ley de Movilidad Humana, que permite la expulsión inmediata de cualquier extranjero que sea considerado una amenaza o riesgo para el Estado, según la evaluación de las autoridades competentes. La portavoz de la administración de Noboa, Carolina Jaramillo, afirmó en una rueda de prensa: “Conozco que hay un informe que respalda esta acción de parte del Gobierno ecuatoriano. Ningún ciudadano extranjero puede permanecer en el país cuando este representa una amenaza para la seguridad”. Jaramillo añadió que el informe mencionado es “de carácter privado”, por lo que no podía proporcionar detalles específicos sobre las acciones que Bidegain pudo haber cometido que lo catalogaran como una amenaza.
La deportación de Bidegain fue denunciada el domingo por organizaciones defensoras de los derechos humanos en Ecuador, como la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh), que intentó ofrecer asistencia legal al “español-chileno” durante su proceso de deportación. Una fuente de Inredh, que considera a Bidegain como periodista, indicó a EFE que es un “freelance” y que su medio independiente se llama Pelo Fuego.
Inredh también reportó que la deportación de Bidegain fue llevada a cabo de manera “arbitraria”, en un proceso que estuvo “plagado de irregularidades y violaciones al debido proceso”. Según la organización, el extranjero fue interceptado sin que se le informaran las razones de su detención, se le negó la comunicación inmediata con sus embajadas y no se le permitió ejercer una defensa jurídica adecuada antes de su deportación. Inredh divulgó imágenes de Bidegain en el momento en que ingresaba al aeropuerto de Quito, escoltado por policías, donde alzando el brazo y con el puño cerrado, gritó: “Abajo la dictadura bananera. Gloria eterna a los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador. Que viva el paro”.
La Cancillería chilena declaró a BioBioChile que la situación de Bidegain fue gestionada a través de los canales consulares de España. En los últimos meses, Bidegain se había dedicado a reportar en redes sociales sobre diversas protestas y conflictos. En mayo, el Gobierno de Panamá también le negó el acceso al país cuando intentaba cubrir protestas en regiones indígenas, argumentando que ya contaba con una orden de impedimento.
Las protestas en Ecuador fueron desencadenadas por la eliminación del subsidio al diésel, que ocurrió el 12 de septiembre, aumentando el precio del galón de 1,80 a 2,80 dólares. La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) convocó a un paro nacional, que ha afectado a cinco de las 24 provincias del país, siendo Imbabura la más impactada, con bloqueos en varias de sus vías. Los indígenas exigen la restitución del subsidio, la reducción del impuesto al valor agregado (IVA) al 12% y han manifestado su oposición a una consulta popular programada para el 16 de noviembre, que preguntará a los ecuatorianos sobre la posible instalación de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución. Tanto el Gobierno como la Conaie mantienen posturas firmes, y al cumplirse quince días de protestas, se reportan cortes de carreteras en ocho puntos de la provincia de Imbabura, uno en Chimborazo y uno en Pichincha, cuya capital es Quito.


