La reemergencia del virus Oropouche en América Latina ha generado preocupación entre los expertos en salud pública. Este virus, catalogado como de “alto riesgo” por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha registrado más de 10,000 casos confirmados en 2024. La enfermedad, que provoca fiebre, dolores intensos y puede llevar a complicaciones graves como meningitis, no cuenta con tratamiento ni vacuna disponibles. Su principal vector de transmisión son los insectos, específicamente el jején Culicoides paraensis. Recientemente, un estudio realizado en Italia ha planteado la posibilidad de que el virus también pueda transmitirse sexualmente. Además, el cambio climático se ha identificado como un factor que podría estar ampliando el alcance del virus en la región, según los expertos.
Importancia del virus Oropouche
El virus Oropouche representa una amenaza significativa para la salud pública, especialmente en un contexto donde otras infecciones, como el dengue, están afectando a la región del Caribe. La rápida propagación de Oropouche ha llevado a los expertos a advertir sobre el riesgo de que el virus se establezca en áreas más amplias. La enfermedad viral produce síntomas severos, incluyendo fiebre alta, dolor de cabeza intenso, fotofobia y dolores musculares y articulares. En algunos casos, puede causar complicaciones graves como meningitis o encefalitis.
La Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas ha publicado un editorial en su revista para llamar la atención sobre la epidemia en curso en América Latina. Esta entidad médica ha considerado que se deben realizar investigaciones para comprender la posible expansión geográfica del virus en las Américas, así como el potencial de establecer reservorios de vectores susceptibles en otros continentes y los factores que impulsan el desbordamiento zoonótico.
Historia y brotes del virus Oropouche
El virus Oropouche fue aislado por primera vez en 1955 en Trinidad y desde entonces ha provocado brotes esporádicos en humanos en Sudamérica y el Caribe. Desde el inicio de este año hasta el 15 de octubre, se han reportado 10,275 casos en las Américas, con dos muertes en Brasil. Los países afectados incluyen Bolivia, Canadá, Colombia, Cuba, Ecuador, Guyana, Perú y Estados Unidos, que también ha reportado 90 casos importados. En Europa, Alemania y España han documentado 30 casos importados de viajeros que visitaron Cuba.
Actualmente, no existen vacunas ni tratamientos antivirales específicos para el virus Oropouche, y el manejo de la enfermedad se centra en el control de los síntomas. La transmisión del virus ocurre principalmente a través de las picaduras de jejenes Culicoides paraensis y mosquitos Aedes spp, que se encuentran en zonas forestales y cuerpos de agua.
Descubrimientos recientes sobre la transmisión del virus
Recientemente, grupos de investigadores han realizado descubrimientos significativos sobre la transmisión del virus Oropouche. Gabriel Scachetti, del Instituto de Biología de la Universidad de Campinas en Brasil, junto con colegas de Estados Unidos y Reino Unido, identificaron una cepa del virus que ha estado circulando, la cual se ha reordenado genéticamente. En un artículo publicado en The Lancet Infectious Diseases, el equipo indicó que el patógeno “podría estar contribuyendo a una epidemia sin precedentes”. Además, señalaron que “la vigilancia continua de las cepas con capacidad de escapar de la inmunidad es crucial para la preparación ante epidemias”.
La investigación también postuló que el virus podría transmitirse a través de relaciones sexuales sin protección. Concetta Castilletti, del Hospital IRCCS Sacro Cuore Don Calabria, documentó el caso de un hombre italiano de 42 años que presentó síntomas tras haber viajado a Cuba en julio pasado. Se detectó ARN del virus en su sangre, suero, orina y semen. Dieciséis días después de la aparición de los síntomas, lograron aislar una muestra replicante del semen, lo que sugiere una posible transmisión sexual. Paula Bergero, investigadora de modelos matemáticos de enfermedades infecciosas en el INIFTA, comentó que “por ahora solo se ha detectado en un paciente, pero la detección en este contexto es preocupante”. Esto podría representar un riesgo no solo para la pareja sexual del paciente, sino también para los procedimientos de conservación de esperma y tecnologías de reproducción asistida. Se recomendó el uso de protección de barrera, como preservativos, durante las relaciones sexuales.
Factores que influyen en la propagación del virus
Los expertos también han señalado que las actividades humanas pueden haber influido en la mayor circulación del virus Oropouche. Se detalló que la temporada de lluvias en la Amazonía brasileña, caracterizada por altas temperaturas y humedad, ha facilitado la densidad de las poblaciones de insectos. Además, reconocen la falta de información sobre los efectos de los aumentos de temperatura y los eventos climáticos como El Niño 2023-2024 en la propagación del virus Oropouche.
Medidas de prevención recomendadas
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha resaltado la importancia de implementar medidas de prevención para controlar la propagación del virus. Entre las recomendaciones se incluyen: evitar la exposición a picaduras de insectos, utilizar repelentes, y adoptar medidas de control ambiental para reducir la presencia de vectores. Estas acciones son fundamentales para mitigar el riesgo de infección y proteger la salud pública en las regiones afectadas.


