El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha llegado a Caracas para participar en la ceremonia de investidura en la que tanto Nicolás Maduro como el opositor Edmundo González Urrutia han prometido asumir. Su llegada fue confirmada por el propio gobernante cubano a través de sus redes sociales, donde compartió imágenes de sus primeros momentos en la capital venezolana. “Ya estamos en Venezuela, Patria del bravo pueblo de Simón Bolívar, Hugo Chávez y Nicolás Maduro”, escribió. “Venimos a acompañar, en la hora de su juramento, al legítimo Presidente de este país que es cuna del independentismo en Nuestra América”, agregó.
Díaz-Canel publicó en su cuenta de Twitter: “Ya estamos en #Venezuela, Patria del bravo pueblo de Simón Bolívar, Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Venimos a acompañar, en la hora de su juramento, al legítimo Presidente de este país que es cuna del independentismo en Nuestra América. Aquí está #Cuba, hermano Nicolás.”
El presidente cubano fue recibido por la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, según lo reportado por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV). De acuerdo con la señal controlada por el régimen, Díaz-Canel acompañará a Maduro en la toma de posesión que se llevará a cabo en la sede de la Asamblea Nacional (AN).
Por otro lado, la vicepresidenta y primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, ha declarado que Daniel Ortega no asistirá a la ceremonia de toma de posesión. En su lugar, el país centroamericano estará representado por una delegación compuesta por ministros y diputados, entre otros funcionarios.
Es importante recordar que González Urrutia, quien afirma haber ganado en los comicios del 28 de julio, tiene planeado regresar a Caracas este viernes para, según sus declaraciones, ser investido. “Nos veremos todos muy pronto en Caracas, en libertad”, dijo el jueves desde el Palacio Nacional de Santo Domingo, República Dominicana, en un encuentro junto al presidente dominicano, Luis Abinader.
Sin embargo, el Gobierno venezolano ha activado una orden de arresto contra el político de 75 años, quien se exilió en España en septiembre, en caso de que intente ingresar a Venezuela. El régimen lo acusa de “complicidad en el uso de actos violentos contra la República, usurpación de funciones, forjamiento de documentos, legitimación de capitales, desconocimiento a las instituciones del Estado, instigación a la desobediencia de las leyes, asociación para delinquir.”


