El tradicional primer pie de cueca que marca el inicio de las fondas de Santiago en el Parque O’Higgins, este año presenta una novedad significativa: el alcalde Mario Desbordes no bailará con un representante del Gobierno, sino con la directora de Desarrollo Comunitario del municipio. Esta decisión rompe con una costumbre que durante años ha servido como un puente entre las diferencias políticas.
Además de este cambio en la tradición, se ha decidido invitar a los ocho candidatos presidenciales a la ceremonia que se llevará a cabo el próximo martes 16 de septiembre. Esta invitación ha suscitado especulaciones sobre si hay una motivación política detrás de la misma.
Según información publicada por La Tercera, desde el entorno de Desbordes se ha indicado que el municipio comunicó a la Presidencia su intención de que el alcalde bailara con quien él eligiera, y que la opción de Espinoza, quien es la máxima autoridad después de él, siempre fue la primera opción. Además, se argumenta que no hubo un planteamiento formal por parte del Gobierno para que el alcalde bailara con una secretaria de Estado, como la vocera Camila Vallejo o la ministra de Salud, Ximena Aguilera.
El equipo de Desbordes ha negado que esta decisión tenga un trasfondo político, afirmando que se mantendrá en parte debido a la falta de tiempo para ensayar con una nueva pareja de baile. Por su parte, el Presidente Gabriel Boric y su pareja, Paula Carrasco, han confirmado su asistencia a la inauguración de las fiestas.
En cuanto a la invitación a los candidatos presidenciales, se ha informado que la razón detrás de esta iniciativa es que uno de ellos, a partir de marzo, acompañará al alcalde en el resto de su gestión. Hace una semana, el municipio envió invitaciones a los ocho comandos por correo electrónico. Hasta el momento, dos de ellos han respondido: Evelyn Matthei (UDI), de quien Desbordes es vocero de campaña, ha confirmado su asistencia, mientras que José Antonio Kast (Republicano) se ha excusado. Los otros seis comandos aún no han dado respuesta.
Sin embargo, esta iniciativa podría enfrentar un obstáculo, ya que desde Cancillería, que cumple un rol asesor en los actos protocolares, se ha señalado que ningún candidato presidencial podrá bailar en la tarima principal para evitar favoritismos. En caso de que lo hagan, deberán hacerlo en un lugar secundario.
La inauguración de este año tendrá un aforo de 1.200 personas y contará con la presencia de varios embajadores.


