El Papa León XIV concluyó su visita a Líbano con un mensaje de reconciliación, mientras las demandas de justicia aumentan en el país. Alrededor de 150.000 personas se congregaron en el paseo marítimo de Beirut para asistir a la misa celebrada por el pontífice, en lo que se considera el momento más emotivo de su gira internacional, que comenzó el domingo tras su llegada desde Turquía. Durante su discurso, el Papa ofreció un mensaje de esperanza a una población que enfrenta una profunda crisis política y económica, así como los recuerdos de la guerra de 2024 entre Israel y Hezbollah.
El Papa advirtió que el Líbano está “ensombrecido por los numerosos problemas que lo afligen, el contexto político frágil y a menudo inestable, la dramática crisis económica que lo agobia y la violencia y los conflictos que han reavivado antiguos temores”. En su llamado a la unidad, instó a los presentes a “despojarse de la armadura de nuestras divisiones étnicas y políticas, abrir nuestras confesiones religiosas al encuentro mutuo y despertar en nuestros corazones el sueño de un Líbano unido, donde reinen la paz y la justicia, y donde todos se reconozcan como hermanos y hermanas”.
Además, el Papa enfatizó que “todos deben poner de su parte, y debemos unir nuestros esfuerzos para que esta tierra pueda recuperar su antigua gloria”. Antes de la misa, el pontífice realizó una oración silenciosa en el sitio de la explosión del puerto del 4 de agosto de 2020, donde encendió una lámpara en memoria de las más de 220 víctimas. En este lugar, se reunió con sobrevivientes y familiares, muchos de los cuales portaban fotografías de sus seres queridos.
La jornada comenzó con una visita a un hospital psiquiátrico dirigido por monjas, donde fue recibido con vítores y pétalos de rosa. A cuatro años del estallido de la explosión, ninguna autoridad ha asumido responsabilidades, y la investigación se encuentra estancada, con organizaciones civiles denunciando interferencias políticas. Los familiares de las víctimas esperan que la presencia del Papa ayude a devolver urgencia y visibilidad a su demanda de justicia.


