Este martes se inició el desalojo de la toma Lajarilla en Viña del Mar, afectando a más de 80 familias que debieron abandonar los terrenos ocupados. El propietario del terreno, José Massú, está llevando a cabo el desalojo con el apoyo de las fuerzas públicas, en cumplimiento de un mandato judicial. El delegado presidencial de Valparaíso, Yanino Riquelme, declaró que el proceso se ha realizado de manera pacífica y que se ha logrado retirar a todos los ocupantes del terreno. Riquelme también mencionó que la municipalidad y otros servicios públicos han dispuesto albergues y recursos sociales para garantizar el apoyo y la protección de los derechos de las familias afectadas, asegurando que todo se ha hecho con respeto a la integridad de las personas.
Reacciones de los desalojados
Las familias desalojadas han expresado su intención de negociar con el propietario de los terrenos. Una de las habitantes comentó: “Lo que pasa es que Massú sí donó esto, nosotros estábamos presentes cuando pasó eso. De hecho, puso límites: de aquí para allá no construyen y de aquí para allá sí construyen, pero se hizo el loco. Creo que vendió después el terreno para no hacerse cargo de esto”.
Críticas del abogado de los pobladores
El abogado de los habitantes de la toma Lajarilla, Gustavo Burgos, criticó la falta de medidas adecuadas para los afectados, señalando que las instalaciones disponibles son insuficientes. “Hasta donde sé, lo que hay es un gimnasio y una casa en Nuevo Norte que tiene capacidad para 30 personas. Eso es una burla a las instituciones, es una burla a los derechos humanos y es una burla a los derechos de los pobladores”, afirmó Burgos, quien añadió que más de 400 personas serán desplazadas.
Burgos también acusó a las autoridades de no ser veraces en la planificación del proceso de desalojo. “Recién ahora están comprando colchonetas para los afectados”, indicó. Además, mencionó que las autoridades no han hecho un esfuerzo por informar a los pobladores sobre los albergues disponibles, afirmando que se ha enterado de la ubicación a través de la prensa. “Se les está maltratando, se les está infiriendo un daño absolutamente totalmente extraño a este procedimiento”, agregó.
Algunos pobladores han denunciado que se han visto obligados a dejar atrás sus pertenencias debido a la falta de transporte. A las 11:00 horas, los habitantes ya habían abandonado el lugar, lo que permitió que la maquinaria pesada comenzara a demoler las construcciones en el sitio.


