La economía estadounidense se ha convertido en un tema central para los votantes en las elecciones presidenciales de este martes. Desde la llegada del Presidente Joe Biden a la Casa Blanca en 2021, los 244 millones de ciudadanos habilitados para votar han enfrentado las secuelas de la crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19. En junio de 2021, Estados Unidos alcanzó un pico de inflación del 9,1% anual, un desafío que se complicó aún más con la invasión de Rusia a Ucrania en 2022. Sin embargo, la situación actual de la economía estadounidense muestra un panorama diferente.
Inflación y crecimiento económico
La inflación ha mostrado signos de moderación, y según los datos más recientes, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en septiembre se situó en un 2,4% en un periodo de 12 meses, ligeramente por encima de la meta del 2%. Este cambio se produce en un contexto de notable crecimiento económico. En 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos creció un 2,9%, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento del 2,8% para este año y del 2,2% para el próximo, cifras que son significativas para una economía avanzada. Este dinamismo se refleja en la recuperación que se siente en los hogares estadounidenses, donde el gasto del consumidor, que representa la mayor parte de la actividad económica del país, se expandió un 3,7%.
Mercado laboral y política monetaria
El mercado laboral también se presenta como un factor positivo, con una tasa de desempleo actual del 4,1%. En este contexto, la Reserva Federal (Fed) tomó una decisión importante en septiembre, iniciando un ciclo de recortes en la tasa de interés, lo que marca la primera flexibilización monetaria desde el inicio de la pandemia. La Fed, que había mantenido su tasa en niveles máximos en 23 años, comenzó este proceso con una reducción de 50 puntos base, estableciendo el rango de la tasa de interés entre 4,75% y 5%. Las proyecciones del Comité Federal de Mercado Abierto, bajo la dirección de Jerome Powell, sugieren que este ciclo de recortes podría continuar en las próximas reuniones del año, dependiendo de la información económica que reciban.
Los analistas anticipan un nuevo recorte en la tasa de interés en la reunión de la Fed programada para este jueves, con expectativas de una reducción de 25 puntos base. Sin embargo, desde Capital Economics se indica que la flexibilización podría ser más gradual, sugiriendo que los recortes en cada reunión podrían ser de un cuarto de punto hasta alcanzar un rango de 3% a 3,25%. La economista para Norteamérica de la firma, Olivia Cross, menciona que “el resultado de la elección presidencial podría cambiar esa previsión de tasas finales”. Por su parte, desde Bci han señalado que las expectativas del mercado han moderado el ritmo de recortes en la tasa de política monetaria en comparación con lo que se preveía hace tres meses, alineándose con las perspectivas de la Fed, que anticipa un recorte de 100 puntos base para 2025, situando la tasa de política en torno al 3,5% a finales de ese año, lo que se encuentra por encima de su tasa neutral de 2,75%.
Déficit fiscal en Estados Unidos
A pesar de este panorama favorable, la economía estadounidense enfrenta un desafío significativo: el déficit fiscal. Al cierre del año fiscal estadounidense el 30 de septiembre, se reportó un déficit de US$ 1,83 billones, el más alto desde la pandemia y superior al déficit de US$ 1,7 billones del año 2023. Según el Tesoro de Estados Unidos, este resultado se vio afectado por el aumento de los costos de los intereses de la deuda y el incremento en el gasto en seguridad social y defensa.


