La tragedia en Hong Kong tras un devastador incendio en un complejo residencial ha dejado un saldo de 151 muertos y 13 detenidos por su presunta responsabilidad. El siniestro, que comenzó el miércoles pasado en el complejo Wang Fuk Court, se ha convertido en uno de los peores desastres en la historia reciente de la ciudad. Este lunes, los servicios de emergencia hallaron cinco nuevos cuerpos, lo que eleva el número total de víctimas fatales, según reportes del South China Morning Post.
La superintendente principal Karen Tsang Shuk-yin, quien lidera la unidad de investigación de víctimas, indicó que aún hay 39 restos que no han sido identificados. Además, más de 30 personas continúan desaparecidas. Tsang expresó su esperanza de que se puedan recuperar los cuerpos o cualquier objeto que facilite su identificación, permitiendo así que los familiares puedan dar un último adiós. Sin embargo, reconoció que “algunos cuerpos han quedado reducidos a cenizas” y que existe la posibilidad de que no se logre recuperar a todos los desaparecidos.
En el marco de la investigación, se han detenido a 13 personas bajo la acusación de homicidio imprudente. Esta investigación es llevada a cabo de manera conjunta por la Policía de Hong Kong y la Comisión Independiente contra la Corrupción, que están indagando sobre posibles irregularidades en las obras de rehabilitación del complejo. Se sospecha que los materiales utilizados en la renovación, como la espuma de protección en las ventanas y los andamios, contribuyeron a la rápida propagación del fuego, dificultando la evacuación de los residentes.
Los detenidos están relacionados con la contratista principal del proyecto, así como con consultoras de ingeniería estructural y subcontratistas especializados en andamios de bambú. Las autoridades han indicado que las diligencias continúan abiertas y no se descartan nuevas detenciones en el futuro.
El incendio, que fue declarado extinguido en la madrugada del viernes, afectó a siete de las ocho torres del complejo, donde residían aproximadamente 4,600 personas. La magnitud de la tragedia ha conmocionado a la comunidad y ha generado un llamado a la revisión de las normativas de seguridad en la construcción y rehabilitación de edificios en la región.


